Esto significa que los estudiantes del LAUSD podrán seguir usando sus teléfonos inteligentes hasta el mes de marzo del próximo año.
El cambio de fecha se produce después de una serie de discusiones y debates dentro del Consejo de Liderazgo Escolar Local (LSLC), el órgano responsable de tomar decisiones en conjunto con padres, comunidad, personal escolar y representantes estudiantiles.
El LSLC ha decidido que se necesita más tiempo para evaluar el impacto de la prohibición y desarrollar estrategias para su implementación.
Las nuevas reglas establecen que los estudiantes no podrán usar sus teléfonos en el campus durante el horario escolar, incluyendo el almuerzo y los descansos. La restricción también abarca dispositivos como relojes inteligentes, auriculares y anteojos inteligentes, los cuales deberán estar apagados y guardados.
Sin embargo, se han establecido algunas excepciones para casos de emergencia, necesidades de salud, programas de educación individualizado y casos de estudiantes recién llegados que necesiten un traductor.
Se espera que este cambio de fecha brinde más tiempo para que las escuelas puedan implementar medidas para gestionar la prohibición de manera eficaz y asegurar el acceso a los teléfonos en situaciones de emergencia.