La joven fue encontrada sin vida en febrero de 2024 mientras hacía jogging en el campus de la Universidad de Georgia (UGA), y su caso ha sido utilizado como argumento en la discusión sobre la inmigración ilegal.
El acusado, Jose Ibarra, un migrante indocumentado de Venezuela, enfrenta cargos de asesinato y agresión agravada con intención de violación. Según la acusación, Ibarra golpeó a Riley en la cabeza con una roca varias veces y la asfixió. Además, también está acusado de "peeping Tom" por presuntamente espiar a una estudiante en un edificio de apartamentos de la UGA el mismo día del asesinato.
La fiscalía presentó evidencia gráfica de la cámara corporal de la policía durante el juicio, mostrando el momento en que el oficial de la policía de UGA, el sargento Kenneth Maxwell, encontró el cuerpo de Riley. Maxwell describió la escena como algo intencional, sugiriendo que alguien intentó quitarle la ropa o usarla para arrastrarla. La fiscal Sheila Ross declaró que los datos del reloj inteligente de Riley revelarán que su encuentro con Ibarra fue "largo" y "fiero".
Por otro lado, la defensa, representada por el abogado John Donnelly, argumenta que la evidencia que implica a Ibarra en el asesinato de Riley es circunstancial. Afirma que, si se respeta la presunción de inocencia, no debería haber suficiente evidencia para convencer al juez más allá de una duda razonable de la culpabilidad de Ibarra.
El caso ha dividido a la comunidad inmigrante en Athens. Algunos, como la empresaria Elle Lewis, una inmigrante de Jamaica, expresan su preocupación por el aumento del odio antiinmigrante, incluso hacia aquellos que se encuentran legalmente en el país. Lewis menciona que su amiga, una mujer latina nacida en Estados Unidos, ha sido víctima de insultos y escupitajos debido a la retórica política.
Por otro lado, Christian Andrade, un estudiante de último año de UGA de origen mexicano, afirma que la retórica política no le afecta personalmente, ya que es ciudadano estadounidense y no puede ser deportado. Sin embargo, reconoce que la situación ha afectado a sus amigas mujeres, quienes ahora se sienten menos seguras. Andrade también expresa su preocupación por el posible aumento de la discriminación hacia los latinos, incluso hacia aquellos que son ciudadanos estadounidenses.
El caso de Laken Riley ha resonado en la comunidad política, con el presidente electo Donald Trump culpando a las políticas de inmigración del gobierno de Biden por contribuir a su muerte. El gobernador de Georgia, Brian Kemp, también se pronunció al respecto, criticando las "políticas fallidas" del gobierno federal. Por otro lado, el expresidente Bill Clinton, durante un discurso de campaña para la candidata presidencial Kamala Harris, criticó a Trump por bloquear un proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza a principios de año.
El caso de Riley ha generado una nueva legislación en varios estados, con leyes más estrictas sobre la aplicación de la inmigración. En Georgia, se aprobó una ley en mayo que requiere que las autoridades locales y estatales verifiquen el estatus migratorio de los mayores de 18 años que hayan sido arrestados, detenidos o que un oficial tenga causa probable para creer que han cometido un delito. Las agencias de aplicación de la ley que no cooperen con las autoridades de inmigración podrían perder fondos estatales, y los funcionarios locales que no trabajen con las autoridades de inmigración podrían enfrentar cargos por delitos menores.