Según informes de medios reconocidos como The New York Times y The Washington Post, así como la agencia Reuters, esta decisión se produce en un momento crítico, a solo dos meses de que Biden entregue el poder a Donald Trump. Las fuentes indican que Ucrania está preparando un ataque inminente en territorio ruso, utilizando los sistemas de misiles ATACMS, que tienen un alcance de 306 kilómetros.
Este cambio de estrategia se produce en medio de un reciente bombardeo masivo por parte de las fuerzas rusas, que busca desestabilizar aún más el sistema energético ucraniano justo al inicio del invierno. La situación se complica aún más con la llegada de Trump, quien ha expresado admiración por el presidente ruso, Vladimir Putin, y ha sugerido que podría buscar una resolución rápida al conflicto, lo que podría incluir la aceptación de la anexión de territorios ucranianos.
La Casa Blanca, aunque no ha confirmado oficialmente la información, tampoco ha desmentido las filtraciones, lo que sugiere que la política estadounidense hacia Ucrania podría estar en un punto de inflexión. La incertidumbre sobre si Trump revertirá esta decisión al asumir el cargo el 20 de enero añade una capa adicional de complejidad a la situación.
En este contexto, la comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollarán los acontecimientos en los próximos días, ya que las repercusiones de estas decisiones podrían tener un impacto duradero en la seguridad global.