Una de las pruebas clave es una carta escrita por Erik a su primo Andy Cano en 1988, meses antes de los asesinatos. En la carta, Erik alude a abusos por parte de su padre y describe la tensión en su hogar. "He estado tratando de evitar a papá. Todavía está sucediendo, Andy, pero ahora es peor para mí. No puedo explicarlo. Está tan con sobrepeso que no puedo soportar verlo. Nunca sé cuándo va a suceder y me está volviendo loco."
La carta también revela la relación tensa entre Erik y su padre, y cómo su madre parecía estar ausente mentalmente. "Mamá no está muy bien. Es como si estuviera aquí físicamente, pero mentalmente está como ausente, si sabes a lo que me refiero. Se altera por nada. Me siento mal por ella. No sé por qué aguanta las tonterías de papá."
Los hermanos Menéndez han sostenido que actuaron en defensa propia y sufrieron años de abuso físico y sexual por parte de su padre. El fiscal del distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, recomendó a un juez que dicte una nueva sentencia para Lyle y Erik, casi 30 años después de que los hermanos fueran condenados por los homicidios de sus padres.
La carta de Erik a su primo Andy Cano es una prueba clave en el caso y podría ser fundamental en la revisión de las condenas de los hermanos Menéndez. La carta revela la tensión y el abuso que sufrieron los hermanos en su hogar, y cómo esto podría haber contribuido a la tragedia que ocurrió en 1988.