Uno de los elementos clave de su propuesta es extender y, en algunos casos, profundizar los cambios tributarios introducidos por la ley de recortes fiscales de 2017.
La Ley de Empleos y Recortes Tributarios de 2017, también conocida como la TCJA por sus siglas en inglés, es fundamental para entender los cambios fiscales propuestos. Esta ley redujo las escalas tributarias o "tax brackets", duplicó el Crédito Tributario por Hijo y aumentó la deducción estándar. Estas modificaciones beneficiaron a las familias de ingresos medios y bajos, pero también incluyó limitaciones en las deducciones por impuestos estatales, lo que afectó a los contribuyentes en ciertos estados con altos impuestos locales.
Una de las principales promesas de Trump es la eliminación de impuestos sobre las propinas y horas extras, así como sobre los beneficios recibidos del Seguro Social. Estos cambios tienen como objetivo aliviar la carga fiscal sobre ciertos grupos de trabajadores, especialmente aquellos en el sector de servicios que dependen de las propinas para su salario. Sin embargo, aún se desconoce el impacto de estas propuestas, ya que, de ser aprobadas, tendrían que ser compensadas con otras medidas para evitar un déficit en los ingresos del gobierno.
Según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), el costo de extender los recortes fiscales para los individuos podría alcanzar los $4 billones en un periodo de diez años, lo que generaría un déficit significativo en las arcas del gobierno. A pesar de los costos, el equipo de transición de Trump ha comenzado a discutir con los legisladores cómo financiar la extensión de estos recortes fiscales.
Algunas de las posibles soluciones para financiar la extensión de los recortes fiscales incluyen:
- Ajustes en los programas sociales como los cupones de alimentos y Medicaid.
- Revisión de las deducciones por impuestos estatales.
- Implementación de nuevas medidas para aumentar los ingresos del gobierno.