Según los datos del consistorio, hay unos 60.000 inmigrantes indocumentados en busca y captura para su deportación, de los que más de mil son sospechosos de pertenecer a bandas criminales. Adams ha manifestado su disposición a trabajar con el zar de la frontera, Tom Homan, para abordar la creciente preocupación ciudadana sobre el repunte de la violencia en algunas ciudades.
"Me encantaría sentarme con el zar de la frontera y escuchar sus ideas sobre cómo vamos a gestionar a aquellos que están haciendo daño a nuestros ciudadanos", dijo Adams en una conferencia de prensa. Homan, exfuncionario del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), se comprometió a abordar la realidad de los menores no acompañados en la frontera y prometió una acción agresiva para proteger la seguridad pública y a los jóvenes vulnerables.
La colaboración entre Adams y Homan puede ser vista como un gesto de complicidad entre el alcalde y la Administración republicana. Adams ha reiterado que su imputación por corrupción obedece a sus críticas a la política migratoria de la Administración demócrata y sostiene que tiene derechos de los que los migrantes carecen porque "la Constitución es para los estadounidenses".
Desde que en la primavera de 2022 empezaron a llegar autobuses cargados de indocumentados desde la frontera, Adams se ha desmarcado de la política migratoria de Washington, que calificó de obstáculo para gestionar la crisis. Ha actuado con autonomía, lo que le ha enfrentado varias veces con correligionarios más progresistas, como la representante por Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez.
Adams ha ofrecido su colaboración con la Administración republicana y ha manifestado su disposición a trabajar con ellos para abordar la realidad de los migrantes en la ciudad. "Quiero que la gente hable entre sí. He dejado claro que no voy a entrar en guerra con esta Administración. Voy a trabajar con ella", reiteró su oferta de colaboración.
La colaboración entre Adams y la Administración republicana puede ser vista como un paso positivo hacia la resolución de la crisis migratoria en la ciudad. Sin embargo, también puede generar tensiones con parte de sus correligionarios que defienden una postura más clemente y abierta hacia los migrantes.