Sin embargo, la última entrega de Mercedes Benz al Vaticano es especial, ya que se trata de un vehículo que marca un hito en la historia de la relación entre la Iglesia Católica y la industria automotriz.
El papa Francisco ha recibido su primer "papamóvil" eléctrico, un SUV de la gama Clase G con una carrocería de color blanco nacarado. Este vehículo ha sido desarrollado en estrecha colaboración con el Vaticano específicamente para el uso del papa, y se espera que sea utilizado especialmente durante el Jubileo de 2025, que tendrá lugar a finales de diciembre en Roma. "El vehículo está adaptado a las velocidades particularmente bajas requeridas para las apariciones públicas", según un comunicado de Mercedes Benz.
El Jubileo de 2025 es un evento importante para la Iglesia Católica, que se celebra cada 25 años y atrae a millones de peregrinos de todo el mundo. Se espera que unos 33 millones de personas asistan a este evento, que será un momento clave para la Iglesia Católica en el próximo año. El papa Francisco ha sido un defensor de la ecología y la protección del medio ambiente, y el nuevo "papamóvil" eléctrico es un reflejo de su compromiso con la encíclica Laudato Si (Alabado seas).
Mercedes Benz ha proporcionado automóviles a los dignatarios del Vaticano durante casi un siglo, y algunos de estos vehículos están exhibidos en el museo del fabricante en Stuttgart, Alemania. Antes del papa argentino, su predecesor alemán, Benedicto XVI, ya usaba un coche eléctrico, un modelo del fabricante francés Renault que, sin embargo, no era su vehículo oficial. El nuevo "papamóvil" eléctrico es un paso importante hacia una mayor sostenibilidad y responsabilidad ambiental en la Iglesia Católica.
El nuevo vehículo del papa Francisco es un ejemplo de la colaboración entre la industria automotriz y la Iglesia Católica en la búsqueda de una mayor sostenibilidad y responsabilidad ambiental. La entrega del "papamóvil" eléctrico es un hito importante en la historia de la relación entre la Iglesia Católica y la industria automotriz, y refleja el compromiso del papa Francisco con la protección del medio ambiente.