El foco está en la industria de los semiconductores, un pilar fundamental de la tecnología moderna.
Estados Unidos, bajo la administración Biden, ha anunciado una investigación formal sobre las prácticas comerciales de China en este sector. La investigación, dirigida por la oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR), se centra en la posible utilización de "medios anticompetitivos y antimercado" por parte de China para lograr la dominación global del mercado de chips.
Según la Secretaria de Comercio, Gina Raimondo, "Cerca de dos tercios de los productos estadounidenses contienen chips provenientes de China, es preocupante. Pekín busca dominar el mercado y ante los métodos utilizados nosotros vemos a las empresas dudando de venir a invertir en Estados Unidos." Esta declaración resalta la preocupación estadounidense por la dependencia en la cadena de suministro china y su impacto en la inversión nacional.
La investigación, que se enfocará en los semiconductores "maduros" —aquellos que equipan una amplia gama de productos, desde dispositivos médicos hasta automóviles—, se basa en la preocupación de que las políticas chinas estén debilitando "la competitividad de las empresas y los trabajadores estadounidenses, las cadenas de suministros esenciales para Estados Unidos y la seguridad económica del país," según la USTR.
La representante de la USTR, Katherine Tai, añadió detalles: "Los elementos indican que China aplica una política que le permite dominar el sector, al permitir que sus empresas desarrollen rápidamente la capacidad de producción y ofrezcan precios artificialmente bajos que amenazan y potencialmente eliminan la competencia". Esta afirmación apunta a prácticas comerciales que podrían considerarse desleales.
El proceso, abierto al público a partir del 6 de enero por un periodo de 90 días, coincide con un contexto geopolítico tenso. La investigación se desarrollará bajo la nueva administración de Donald Trump, quien asumirá la presidencia el 20 de enero. Esto añade otra capa de complejidad a la situación, considerando las políticas comerciales previas de Trump hacia China.
La investigación se produce en medio de una escalada de tensiones comerciales y tecnológicas entre ambos países. Estados Unidos ha implementado restricciones al acceso de empresas chinas a semiconductores de alta gama y equipos de fabricación, una medida que China ha calificado como "politización de las cuestiones comerciales y tecnológicas," y a la cual respondió con restricciones a las exportaciones de metales raros esenciales para la fabricación de chips.
La investigación de la USTR representa un capítulo más en la compleja y cambiante relación entre Estados Unidos y China, destacando la importancia estratégica de los semiconductores en la economía global y el creciente proteccionismo en el comercio internacional.