Un informe reciente del Comité de Presupuesto del Senado de Estados Unidos, ha generado alarma. Se trata de una crisis en el sector asegurador de viviendas en ese país, que según el documento, podría generar una caída del mercado inmobiliario, incluso peor a la que vivimos en 2008. El reporte, discutido el miércoles 24 de Diciembre de 2024, pinta un panorama preocupante.
El epicentro de este problema reside en el cambio climático y su impacto en los fenómenos meteorológicos. Huracanes devastadores en Florida, incendios forestales sin precedentes en California y Luisiana, están llevando a las aseguradoras privadas a tomar decisiones drásticas. Para evitar pérdidas millonarias, están reduciendo la cobertura en zonas de alto riesgo, lo que se traduce en un aumento exponencial de las primas.
Esto afecta directamente a los mercados hipotecarios. “Si las aseguradoras dejan de cubrir propiedades, las compañías hipotecarias no prestarán dinero, y los precios de las viviendas podrían desplomarse”, advierte el informe. La situación es particularmente crítica en Florida, Luisiana y California, estados que registraron las tasas de no renovación más altas en 2023 (Florida 2,99%, Luisiana 1,8% y California 0,77%).
El senador Sheldon Whitehouse, presidente del Comité de Presupuesto del Senado, afirmó que “el seguro es esencial para garantizar la estabilidad financiera de los propietarios de viviendas y evitar una crisis inmobiliaria similar a la de 2008”, advirtiendo que a diferencia de la crisis anterior, esta vez la recuperación podría ser más compleja.
El análisis se extiende más allá de la simple falta de cobertura. El Dr. Benjamin Keys, profesor de Real Estate y Finanzas en Wharton School, señaló la falta de competencia en el mercado de seguros, limitando las opciones para los propietarios y aumentando su vulnerabilidad. “Cuando no hay aseguradoras privadas disponibles, los riesgos recaen en las aseguradoras estatales y, potencialmente, en los contribuyentes”, explicó Keys. El alto costo de las primas en Florida, con un promedio de $10,996 dólares (frente al promedio nacional de $2,377), ilustra la magnitud del problema. Las reformas legislativas en Florida para reducir costos, aún están en una fase incierta.
El panorama es complejo y sus repercusiones podrían extenderse más allá de las fronteras de Estados Unidos, impactando la percepción de la inversión inmobiliaria a nivel global. La situación demanda una atención profunda y el desarrollo de estrategias que mitiguen los riesgos a largo plazo.