Recientemente, Thomas Douglas Homan, el próximo zar fronterizo designado por la administración entrante, ha enviado un mensaje contundente a las caravanas de migrantes que se aproximan a la frontera. Homan, quien se desempeñó como director interino del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), no ha dejado lugar a dudas sobre su postura.
En una entrevista con la cadena NewsNation, Homan declaró: “Necesitan escuchar. No vendan todo lo que poseen para dárselo a los cárteles criminales para que lo introduzcan de contrabando a Estados Unidos porque no se van a quedar”. Sus palabras reflejan una política de línea dura en materia migratoria.
El ex funcionario enfatizó que la administración planea eliminar el programa de "captura y liberación", una medida que permitía a algunos inmigrantes permanecer en el país mientras se procesaban sus solicitudes de asilo. Esto significa un cambio significativo en la forma en que se manejan las llegadas a la frontera.
Homan también hizo hincapié en los riesgos de la migración irregular: “Quédense en su patria. Cuídense. Cruzar a este país ilegalmente es muy peligroso”. Se espera que bajo su liderazgo, las deportaciones se incrementen considerablemente.
Más allá de las declaraciones de Homan, la situación se complica con la información de que Donald Trump ha considerado declarar una emergencia nacional para agilizar el proceso de deportaciones, utilizando a la Guardia Nacional para el traslado de inmigrantes a centros de detención. Esta estrategia, si se implementa, aceleraría significativamente el retorno de migrantes a sus países de origen.
A esto se suma la problemática de la disminución de albergues en algunas ciudades estadounidenses, lo cual añade otra capa de dificultad para los migrantes que buscan asilo. Se espera que las próximas semanas sean cruciales para observar cómo se implementa esta nueva política migratoria y su impacto en la región.
La estrategia de deportación priorizará a inmigrantes con antecedentes penales, con el objetivo de reducir los costos de su manutención para el gobierno. La situación en la frontera, en consecuencia, se perfila como un punto de tensión en los próximos meses.