El incidente comenzó alrededor de las 11:30 p.m. Dos personas, que hasta el momento permanecen anónimas, se convirtieron en el centro de un intento de robo a mano armada por parte de Kevin Doby, de 54 años. Doby, según el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), utilizó un rifle tipo AK para intimidar a sus víctimas.
Pero el guion se torció. En lugar de ceder, las víctimas se enfrentaron a Doby. La lucha por el control del arma fue intensa. “Mientras las víctimas y el sospechoso luchaban por el control del arma… una de las víctimas gritó: ‘¡Tiene un arma!’ varias veces,” describe el comunicado del LAPD. Este grito alertó a una patrulla policial cercana, que se encontró de improviso en medio del altercado.
La presencia policial elevó la tensión. Mientras los oficiales daban órdenes a Doby para que soltara el arma, se produjo un tiroteo (OIS, según la terminología policial). El LAPD detalla: “Doby se armó de nuevo con el rifle y comenzó a correr cuando se produjo un segundo descuido.” Durante el intercambio de disparos, tanto Doby como las víctimas resultaron heridos.
El resultado: Doby fue detenido y trasladado a un hospital en condición estable. Las víctimas, también heridas de bala, fueron llevadas a otro centro médico, donde también se reportan estables. La evidencia recuperada en la escena incluyó el rifle AK calibre .22, cargado, y un cuchillo plegable de aproximadamente 3 pulgadas. Afortunadamente, ningún oficial ni transeúnte resultó herido.
El incidente, aunque dramático, deja una serie de preguntas abiertas. ¿Qué motivó a Doby? ¿Qué tipo de entrenamiento recibieron las víctimas para responder de esa manera? Las investigaciones continuarán para esclarecer todos los detalles.