El foco se centra en Luisiana, donde se reportó el primer caso grave de gripe aviar H5N1 en un paciente hospitalizado. Este caso, a diferencia de los 66 previos reportados en el país, presentó una complicación significativa: mutaciones genéticas en el virus.
Según informes del The New York Times y actualizaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) del 26 de diciembre, estas mutaciones, observadas en las etapas finales de la infección, no estaban presentes en las aves que infectaron al paciente. Esto sugiere una adaptación del virus al huésped humano, generando inquietud entre los expertos.
“Cada caso humano adicional le da al H5N1 más oportunidades de adaptarse a las personas,” comenta Angela Rasmussen, viróloga de la Organización de Vacunas y Enfermedades Infecciosas de Canadá, reflejando la preocupación por las posibles implicaciones a mayor escala.
A pesar del hallazgo preocupante, los CDC enfatizan que no hay evidencia de transmisión entre personas, y que es poco probable que las mutaciones, por sí solas, propaguen el virus de persona a persona. Un dato interesante es que las muestras del virus de Luisiana son similares a cepas candidatas a vacunas ya desarrolladas.
La Dra. Rasmussen, sin embargo, cuestiona la falta de uso de estas vacunas en grupos de alto riesgo, como los trabajadores agrícolas. Es importante destacar que la mayoría de los 66 casos previos en Estados Unidos han sido leves, con síntomas como conjuntivitis.
Este caso de Luisiana, vinculado a una parvada de aves de corral de patio trasero (a diferencia de los casos previos, principalmente en trabajadores de granjas avícolas), ha despertado la alerta. Los CDC han emitido un recordatorio para que personas con contacto cercano con aves tomen precauciones, incluyendo propietarios de aves de corral de traspatio, cazadores y amantes de las aves.
La situación se complica aún más con el caso de un niño en California, donde la cepa de gripe aviar detectada es similar a la que se propaga a través del ganado, aunque sin exposición conocida a animales infectados. La investigación continúa para determinar el origen de la infección en este caso. Afortunadamente, el niño se recuperó tras recibir tratamiento antiviral, y no se ha detectado transmisión de persona a persona.
Desde 2022, la gripe aviar se ha expandido en aves de corral y, desde marzo, en vacas lecheras. Incluso se detectó en un cerdo a principios de año. La situación, aunque preocupante, no debe generar pánico, pero sí una mayor investigación y recursos dedicados a comprender la evolución y propagación de este virus.
"Deberíamos estar muy preocupados en este momento...pero realmente deberíamos dedicar muchos recursos a averiguar qué está pasando”, afirma el Dr. James Lawler, codirector del Centro Global para la Seguridad de la Salud de la Universidad de Nebraska.