El presidente electo, Donald Trump, se enfrenta a un desafío inesperado: la necesidad de coordinar las declaraciones públicas de su futuro gabinete. El choque de opiniones entre algunos de sus designados ha generado preocupación en el equipo de transición.
Un memorando interno, revelado por el New York Post, explica la situación. Susie Wiles, jefa de gabinete de Trump, ha emitido una directriz contundente: “Ningún miembro de la administración entrante o de la transición habla en nombre de Estados Unidos o del propio presidente electo. En consecuencia, todos los candidatos potenciales deben abstenerse de realizar cualquier publicación pública en las redes sociales sin la aprobación previa del asesor entrante de la Casa Blanca.”
Esta medida busca evitar una fractura interna en el partido Republicano, especialmente considerando la controversia generada por las declaraciones de Elon Musk y Vivek Ramaswamy, futuros codirectores del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Sus propuestas sobre visas de trabajo para ingenieros extranjeros han desatado una ola de críticas en redes sociales, tanto de demócratas como de algunos republicanos.
La situación se complica al considerar que varios de los candidatos de Trump a puestos clave requieren la confirmación del Senado. Entre ellos se encuentran figuras que han generado polémica a lo largo de sus carreras:
- Pete Hegseth, nominado para dirigir el Pentágono.
- Kash Patel, designada para liderar el FBI.
- Tulsi Gabbard, seleccionada para dirigir la Inteligencia Nacional.
- Robert Kennedy Jr., candidato a encabezar el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
La fase de transición continúa, y cada decisión tomada en este momento impacta el futuro inmediato del país.