Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, la cifra de víctimas mortales se ha elevado a 45,717, un número que, lamentablemente, continúa en ascenso. A esta cifra hay que añadir los 108,856 heridos, una cifra igualmente escalofriante que refleja la brutalidad de los enfrentamientos. Pero, ¿qué hay detrás de estas frías estadísticas?
Las autoridades palestinas insisten en que estas cifras son conservadoras. Se estima que miles de personas siguen desaparecidas bajo los escombros, imposibilitando una evaluación precisa de las pérdidas humanas. La falta de maquinaria pesada y el acceso restringido a las zonas afectadas complican enormemente las tareas de rescate.
En las últimas 24 horas, la situación ha empeorado aún más. Al menos 59 personas han muerto y 273 han resultado heridas a causa de los bombardeos israelíes. El Ejército israelí ha intensificado sus ataques en el norte de la Franja de Gaza, concentrando sus esfuerzos en esa región desde el jueves. Informes de medios palestinos indican que cerca de 30 personas perdieron la vida solo en las primeras horas del sábado.
Un ejemplo de la ferocidad de estos ataques es el bombardeo de una casa en el barrio de Shujaiya, al este de Ciudad de Gaza, que causó la muerte de once civiles, según la agencia de noticias palestina Wafa. Similar situación se vivió en el campamento de Yabalia, donde se atacaron edificios residenciales. Incluso, un ataque contra un vehículo en Jan Yunis, al sur de la Franja, cobró la vida de cinco personas, incluyendo personal de seguridad y empleados de empresas privadas.
Israel, por su parte, justifica sus acciones argumentando que sus tropas operan en el norte de Gaza para destruir instalaciones que considera "centros terroristas". En un comunicado, el ejército israelí aseguró haber destruido un complejo en Beit Hanoun que servía como "centro terrorista", conteniendo posiciones de tiro antitanque, explosivos y sitios de lanzamiento de proyectiles. Se ha incrementado también la actividad contra agentes de la policía y personal de seguridad de Hamás que protegen la ayuda humanitaria.
La situación humanitaria en Gaza es extremadamente crítica, con miles de personas desplazadas y sin acceso a alimentos, agua potable y atención médica. La comunidad internacional continúa presionando para lograr un alto al fuego y permitir la entrega de ayuda humanitaria a la población civil afectada.