Este lunes, la Vicepresidenta Kamala Harris emitió un video donde abordó su papel en la certificación de los resultados de las elecciones presidenciales de 2024. En él, Harris afirmó: "Hoy en el Capitolio de los Estados Unidos, desempeñaré mi deber constitucional como vicepresidenta de los Estados Unidos para certificar los resultados de las elecciones de 2024. Este deber es una obligación sagrada, una que cumpliré guiada por el amor al país, la lealtad a nuestra Constitución y mi fe inquebrantable en el pueblo estadounidense."
La declaración de Harris cobra especial relevancia considerando que el candidato republicano, Donald Trump, obtuvo la victoria. Su candidatura, tras reemplazar a Joe Biden a finales de julio, culminó con un triunfo en los siete estados indecisos. Esta situación coloca a Harris en una posición delicada, teniendo que certificar el triunfo de su rival político.
La vicepresidenta hizo referencia al ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, señalando: "Como hemos visto, nuestra democracia puede ser frágil. Y depende de cada uno de nosotros defender nuestros principios más preciados y asegurarnos de que en Estados Unidos nuestro gobierno siempre sea del pueblo, por el pueblo y para el pueblo." Sus palabras resaltan la importancia de la estabilidad institucional y el respeto al proceso democrático.
Cabe destacar que Harris no es la primera vicepresidenta en enfrentar esta situación. Al Gore, tras perder las elecciones del 2000 ante George W. Bush, presidió la sesión de certificación. Otros ejemplos incluyen a Richard Nixon (1960), Hubert Humphrey (1968), Mike Pence (2020), Dan Quayle (1992) y Walter Mondale (1988). Cada uno de ellos, a su manera, contribuyó a la continuidad del proceso democrático.
El caso de Mike Pence, quien se negó a anular los resultados de las elecciones de 2020 bajo presión de Trump, establece un precedente importante. Este hecho ilustra las tensiones inherentes al sistema y la responsabilidad individual de los funcionarios electos en la protección de la democracia. La decisión de Kamala Harris, en este contexto, adquiere una significación política y constitucional trascendental.
La ceremonia de certificación, un evento de gran simbolismo para el sistema político estadounidense, será observada de cerca, tanto nacional como internacionalmente, como un testimonio del compromiso con la continuidad y la estabilidad del gobierno.