Pero, ¿qué pasaría si te dijéramos que una pieza clave de ese rompecabezas está a punto de cambiar? Hablamos de la deuda médica, ese fantasma que acecha a millones de estadounidenses y que ahora, gracias a una decisión trascendental del gobierno de Joe Biden, podría dejar de ser un obstáculo insalvable.
La vicepresidenta Kamala Harris, en un anuncio que ha generado reacciones a nivel nacional, confirmó una nueva normativa que entrará en vigor próximamente. Esta regla, emanada de la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB), eliminará la inclusión de deudas médicas impagadas de los informes crediticios. Se estima que esto impactará a más de 15 millones de estadounidenses, liberando aproximadamente 49,000 millones de dólares en deudas.
Esto significa, en términos sencillos, que las deudas médicas ya no serán un factor determinante al solicitar una hipoteca, un préstamo para auto o incluso financiamiento para una pequeña empresa. “Nadie debería verse privado de oportunidades económicas porque enfermó o experimentó una emergencia médica,” declaró la vicepresidenta Harris.
La decisión se basa en la premisa de que la deuda médica no siempre refleja la capacidad de pago de un individuo. Las tres principales agencias de calificación crediticia, Experian, Equifax y TransUnion, ya habían dado un primer paso el año pasado al eliminar deudas menores a 500 dólares. Sin embargo, la nueva regla del gobierno es mucho más ambiciosa, abarcando deudas pendientes de mayor magnitud.
Se proyecta que esta medida tendrá un impacto significativo en la calificación crediticia de millones de personas, incrementándola en un promedio de 20 puntos. Según la CFPB, esto podría resultar en la aprobación de hasta 22,000 hipotecas adicionales cada año. Además, se suma a las iniciativas estatales y locales que, utilizando fondos de ayuda por la pandemia de 2021, han logrado eliminar más de 1,000 millones de dólares en deuda médica para más de 700,000 estadounidenses.
El camino hacia esta nueva realidad comenzó con planes anunciados en otoño de 2023, culminando ahora en una norma que promete transformar la vida financiera de millones de familias en Estados Unidos.