Un trabajador agrícola, de 45 años y cuyo nombre se mantiene en reserva por respeto a la familia, fue encontrado sin vida cerca de un establo. La escena, según los primeros reportes policiales, era inusual y perturbadora. El hombre yacía inconsciente junto a una vaca, y un detalle crucial llamó la atención de los testigos: llevaba puesto un preservativo.
Su compañero de trabajo, quien compartió con él la jornada del martes, contó a las autoridades que habían pasado la tarde bebiendo juntos en la propiedad donde ambos residían. El miércoles, alrededor de las 5:00 am, el fallecido se levantó para ordeñar a dos vacas antes del desayuno con el propietario. Más tarde, regresó al establo aparentemente para ordeñar más leche.
Cuando el hombre no regresó, la preocupación se apoderó de su compañero. Alrededor de las 6:35 am, comenzó la búsqueda. El hallazgo fue escalofriante: el trabajador se encontraba inconsciente junto a una de las vacas, mostrando signos de una brutal agresión. Tras mover el cuerpo, se descubrió el preservativo, dato que complicó la investigación.
Los paramédicos llegaron al lugar, pero fue demasiado tarde. El trabajador no tenía pulso y fue declarado muerto una hora después de su hallazgo. La autopsia posterior reveló la causa de muerte: múltiples traumas contundentes, compatibles con una fuerte reacción defensiva del animal.
Este incidente recuerda a otro caso ocurrido hace casi cinco meses en Tailandia, donde un turista ruso, Evgenii Kuvshinov de 26 años, perdió la vida de manera similar al intentar agredir sexualmente a una vaca. En ambos casos, la reacción violenta del animal terminó siendo fatal para los agresores. Las autoridades brasileñas continúan investigando el suceso, recabando más información y testimonios para esclarecer completamente los hechos.
La tranquilidad de la granja en Samambaia se vio irremediablemente alterada, dejando una marca imborrable en la memoria de quienes presenciaron el desenlace de esta trágica historia.