El gobernador de California, Gavin Newsom, ha expresado su preocupación públicamente, temiendo que el presidente electo, Donald Trump, utilice la ayuda federal para desastres como arma política. “Él lo ha hecho en Utah, Michigan, Puerto Rico... incluso en California antes de que yo fuera gobernador, en 2018,” declaró Newsom en una entrevista con NBC News, en el programa “Meet the Press”. La declaración, cargada de una tensión palpable, pinta un panorama de desconfianza y precariedad.
Las declaraciones de Newsom no son gratuitas. Se basan en un historial de tensiones entre ambos políticos. Trump ha criticado duramente el manejo de Newsom de los incendios, incluso llegando a pedir su renuncia la semana pasada. El presidente electo acusó al gobernador de no firmar una "declaración de restauración de agua", alegando que esto provocó la redirección de recursos hídricos para proteger a un pez en peligro de extinción, el pez fraile del Delta del río Sacramento-San Joaquín. Newsom desmintió categóricamente la existencia de dicha declaración, calificando las afirmaciones de Trump como "pura ficción".
La situación se complica aún más considerando que, durante su campaña, Trump amenazó con retener la ayuda federal a California si no se restablecían ciertas políticas de su primera administración relacionadas con la gestión del agua. “Si él no firma esos papeles, no le daremos dinero para apagar sus incendios,” amenazó Trump en septiembre pasado. A pesar de estas tensiones, tanto Trump como su vicepresidente electo, JD Vance, han manifestado su intención de colaborar con California en la reconstrucción tras los devastadores incendios. Vance incluso aseguró en Fox News Sunday que Trump “quiere visitar California.” Newsom, por su parte, invitó formalmente a Trump a visitar el estado.
El escenario, en resumen, es una compleja danza política entre la necesidad urgente de ayuda para las víctimas de los incendios y la sombra de una posible retención de fondos federales, motivada por un conflicto que trasciende las fronteras estatales y el propio desastre natural.