El pasado sábado 18 de enero, en el condado de Brevard, Teryn Acri, una mujer de 31 años, fue nuevamente detenida. Su nombre ya era familiar para las autoridades locales.
Durante un control de tráfico rutinario, la ayudante del sheriff Lexi Gordon y su perro K9 Aurora, descubrieron algo inusual. Dentro del vehículo en el que viajaba Acri, encontraron varias bolsas. Una de ellas, sin embargo, llamaba particularmente la atención: tenía estampado el mensaje “Definitely Not A Bag Full Of Drugs” (Definitivamente no es una bolsa llena de drogas).
La ironía, como suele suceder, fue brutal. Dentro de la bolsa, las autoridades encontraron metanfetamina, agujas, Narcan, básculas digitales, bolsas pequeñas y pajillas cortadas; todo un arsenal para el consumo y presunta distribución de drogas.
Este incidente, narrado por el Departamento del Sheriff del Condado de Brevard a través de sus redes sociales con una mezcla de asombro y humor, no es un caso aislado. Acri había sido arrestada apenas 10 días antes por cargos similares, tras otro control de tráfico. Aparentemente, la lección no había calado.
El comunicado oficial destaca la frustración ante la reiteración de los hechos. Se menciona la política de “tolerancia cero para el crimen” implementada por el Sheriff Wayne Ivey, y la preocupación por la proliferación de drogas en la zona.
En esta ocasión, Acri enfrenta cargos que incluyen tráfico de metanfetaminas, posesión con intención de venta y posesión de parafernalia de drogas. Permanece detenida sin derecho a fianza, lo que genera un debate sobre las medidas de seguridad y la justicia en la región.
La lista de elementos encontrados en la bolsa, además de la metanfetamina, indica una operación más allá del simple consumo personal. La presencia de básculas digitales y bolsas pequeñas sugiere una actividad de distribución.