Las reacciones no se hicieron esperar. Organizaciones como Al Otro Lado, el Centro Legal para la Defensa de los Inmigrantes (InnDef), y el Centro de Estudios de Género y Refugiados (CGRS) han declarado públicamente su firme intención de resistir las políticas migratorias del presidente Trump. “Estamos listos para resistir,” afirmó Al Otro Lado, anunciando una férrea defensa de los derechos humanos y civiles.
Melissa Crow, directora de litigios del CGRS, calificó las decisiones del ejecutivo como “una serie de políticas antiinmigrantes extremas que destruirán el acceso al asilo”. Sus palabras reflejan la preocupación generalizada por el impacto devastador que estas medidas podrían tener en las comunidades migrantes. Se habla de un posible aumento en la separación de familias y un incremento en el sufrimiento de aquellos que buscan refugio en Estados Unidos.
Al Otro Lado, con presencia legal en Los Ángeles, San Diego y Tijuana, ha establecido alianzas con otras organizaciones a lo largo de Estados Unidos para contrarrestar las esperadas deportaciones masivas. Su experiencia de años trabajando con comunidades deportadas, incluyendo personal que ha vivido en carne propia el proceso, les da una perspectiva única e invaluable en este desafío.
InnDef, por su parte, ha anunciado su intención de retomar la defensa legal de migrantes que fueron obligados a permanecer del lado mexicano de la frontera durante el primer mandato de Trump. Lindsay Toczylowski, directora de InnDef, declaró que buscarán el apoyo del Congreso y de líderes locales para frenar estas políticas que obstaculizan el asilo, afirmando que “No nos quedaremos de brazos cruzados mientras esta Administración intenta legalizar el terror”. Toczylowski recordó además que políticas como la separación familiar y el programa “Quédate en México” fueron ampliamente rechazadas por la población estadounidense.
La situación en la frontera de San Ysidro refleja la incertidumbre. Pedro Ríos, director del Comité de Servicios de los Amigos Americanos, reportó una disminución significativa en la llegada de migrantes en las últimas horas, evidenciando el impacto inmediato de las nuevas políticas. La expectativa y el desconsuelo reinan entre aquellos que invirtieron miles de dólares, incluso hasta 20,000, en la esperanza de alcanzar asilo en los Estados Unidos, un asilo que ahora se encuentra suspendido.
El panorama actual es complejo y la incertidumbre persiste. La resistencia de las organizaciones civiles promete una lucha legal intensa en los próximos meses.