En medio de este frenesí, tres gigantes tecnológicos, OpenAI, Oracle y SoftBank, junto con un cuarto socio, MGX, han anunciado una iniciativa sin precedentes. Se trata de una inversión privada masiva, liderada por el expresidente Donald Trump, que supera las expectativas de muchos analistas.
El anuncio, realizado en la Casa Blanca con la presencia de Sam Altman (OpenAI), Masayoshi Son (SoftBank) y Larry Ellison (Oracle), dejó boquiabiertos a los asistentes. Se ha creado una nueva compañía, bautizada como Stargate, con el objetivo ambicioso de impulsar la infraestructura de inteligencia artificial en los Estados Unidos. La inversión inicial será de 100 mil millones de dólares, con la ambiciosa meta de alcanzar los 500 mil millones en los próximos años.
Según declaraciones del expresidente Trump, “este será el proyecto de infraestructura de IA más grande de la historia”, creando un estimado de 100,000 empleos en el país. El proyecto contempla la construcción de una extensa red de centros de datos en todo el territorio estadounidense, con el primer proyecto de 1 millón de pies cuadrados ya en construcción en Texas, según confirmó Ellison.
La iniciativa responde a la creciente necesidad de infraestructura para soportar el auge de la IA. Como señaló Altman: “Esto será el proyecto más importante de esta era. No podríamos hacerlo sin usted, señor Presidente.” La urgencia se debe a la necesidad de competir con China en la carrera por el dominio en este campo.
SoftBank tendrá la responsabilidad financiera de Stargate, mientras que OpenAI se encargará de las operaciones. La iniciativa, además de generar empleos y crecimiento económico, busca asegurar el liderazgo estadounidense en IA y proteger la seguridad nacional. Sin embargo, el pasado nos recuerda que las promesas de grandes inversiones no siempre se traducen en resultados concretos. Recordemos el controvertido caso de Foxconn y la fábrica en Wisconsin anunciada en 2017.
Este nuevo proyecto de Stargate, con su magnitud y ambición, se perfila como un hito en la historia de la tecnología y la economía estadounidense, pero sólo el tiempo dirá si logra cumplir con las expectativas generadas.