Poco después de las 3:30 a.m., la calma se quebró. Un reporte urgente alertó a la policía de Chicago sobre una persona herida de bala en la cuadra 4900 de West North Avenue, en el vecindario de North Austin. Al llegar, los oficiales encontraron una escena caótica: una camioneta SUV, destrozada, incrustada en la pared de una tienda Ross dentro del centro comercial.
Dentro del vehículo, un hombre de 37 años, víctima de un doble impacto de bala en el pecho. La gravedad de las heridas era evidente. De inmediato, fue trasladado al Hospital Mt. Sinai, donde, lamentablemente, fue declarado muerto.
Pero la historia no termina ahí. Las investigaciones posteriores revelaron que el incidente no se limitó a la colisión en el centro comercial. La policía confirmó una segunda escena del crimen, a escasa distancia, en un banco BMO. "Se están investigando conexiones entre ambos lugares", comentó un oficial a la prensa. El misterio se profundiza con la confirmación de un tercer lugar relacionado: un Kia blanco encontrado a unas dos millas de distancia, en West Washington Boulevard y North Cicero Avenue.
Este caso presenta una complejidad que desata interrogantes: ¿Quiénes son los responsables? ¿Qué motivó el ataque? Las autoridades, específicamente los detectives del Área Cinco, están trabajando arduamente para reconstruir los hechos y dar con los culpables. Hasta el momento, no hay personas bajo custodia. La investigación continúa, y los detalles adicionales aún se encuentran bajo reserva.
La mañana despuntaba con la triste realidad de una vida perdida y una investigación policial en curso que mantiene a la ciudad en vilo. El West Side, usualmente tranquilo en las primeras horas del día, ahora recordará esta mañana como un instante de violencia inesperada.