La llamada inicial al 911 reportaba una persona armada con una pistola. Poco después, alrededor de las 3:49 p.m., los agentes del CPD se enfrentaron a una situación que rápidamente escaló. Se trataba de un hombre, cuyo nombre aún no ha sido revelado por las autoridades, que se asomaba a una ventana de una casa particular.
Según el comunicado oficial del CPD, "los agentes intentaron calmar al individuo y le indicaron que mantuviera las manos visibles." Sin embargo, la situación se deterioró. En un punto crítico, un agente disparó su arma, alcanzando al sospechoso. Las comunicaciones de radio, filtradas a través de escáneres policiales, reflejan la tensión del momento: “¡Se cayó por la ventana! ¡Disparos de la policía!” se escuchaba repetidamente.
El herido fue trasladado de urgencia al Centro Médico Advocate Christ. La información preliminar indica que un oficial también requirió atención médica en el Centro Médico Little Company of Mary por una lesión menor, aunque sin recibir disparos. La magnitud del incidente obligó a cerrar Millard Avenue, generando un importante congestionamiento vial.
Testigos presenciales relataron haber escuchado gritos previos al tiroteo, sugiriendo una posible alteración del orden antes de la intervención policial. Kevin O'Connell, dueño del bar O'Connell's Corner, cercano a la escena, ofreció refugio a la madre y la abuela del sospechoso, describiendo la situación como inusual para su tranquila comunidad: "Este es un barrio tranquilo... Nunca había visto tanta actividad".
La Oficina Civil de Responsabilidad Policial (COPA) ya inició una investigación sobre el uso de la fuerza, mientras que los oficiales involucrados se encuentran en licencia administrativa, un procedimiento estándar en estos casos. Mientras tanto, la comunidad de Mount Greenwood continúa procesando los eventos de una tarde que cambió la calma habitual de su barrio.