Operativo relámpago: 180 libras de metanfetamina decomisadas en California

El foco se centra en dos detenciones, separadas por menos de una hora, en la autopista 8, cerca de la salida Buckman Springs en Campo. La clave: las unidades K-9. Estas fieles compañeras de los agentes de la Patrulla Fronteriza fueron las primeras en alertar sobre la presencia de narcóticos en dos vehículos distintos.
El primero, una minivan Dodge azul conducida por un hombre, fue interceptada alrededor de las 3:20 p.m. Tras la alerta canina, la inspección reveló nueve paquetes envueltos en aluminio, ocultos en un ingenioso compartimento secreto. Las pruebas de laboratorio confirmaron la terrible verdad: casi 100 libras de metanfetamina.
Apenas 50 minutos después, el destino volvía a cruzar el camino de la Patrulla Fronteriza. Esta vez, el vehículo era un sedán Honda conducido por una mujer, ciudadana estadounidense de 22 años, que viajaba acompañada de sus dos hijos. Nuevamente, la alerta de la unidad K-9 desencadenó una inspección minuciosa. En este caso, los paquetes de metanfetamina, envueltos en celofán, estaban estratégicamente dispersos por todo el vehículo.
El resultado: casi 84 libras adicionales de metanfetamina fueron confiscadas. La mujer fue arrestada, mientras que sus dos hijos fueron puestos bajo el cuidado de familiares. “Nuestros dedicados agentes retiraron de nuestras calles dos importantes cargamentos de drogas”, declaró Patricia McGurk-Daniel, jefa de patrulla del sector de San Diego, resaltando el doble impacto de la operación y la protección de los menores involucrados.
Más allá del decomiso, el caso pone de manifiesto la eficiencia de las unidades caninas en la detección de narcóticos, la planificación estratégica de los operativos y, sobre todo, la importancia de la coordinación interagencial en la lucha contra el tráfico de drogas en la frontera.