Un dron Shahed, según reportes del gobierno regional de Sumy, impactó un edificio de apartamentos justo después de la 1:00 AM. El impacto, equivalente a 90 kilogramos de explosivos y metralla según Andrii Yermak, jefe de la Oficina Presidencial de Ucrania, causó estragos: un agujero abierto en la estructura, ventanas destrozadas y un saldo lamentable.
Nueve personas perdieron la vida, entre ellas tres parejas de ancianos, según la Oficina de Fiscales Regionales de Sumy. El número de heridos, incluyendo al menos un niño, asciende a una cifra aún indeterminada. Las labores de rescate se llevaron a cabo entre los escombros, con al menos cuatro personas rescatadas con vida y 120 evacuadas.
La magnitud del suceso conmocionó al país. El presidente Volodymyr Zelenskyy lo calificó como “una terrible tragedia, un terrible crimen ruso”, un epíteto que refleja la gravedad de la situación y la profunda consternación que este evento ha generado a nivel nacional e internacional.
El ataque no se limitó a Sumy. Se reportaron acciones similares en otras regiones de Ucrania: En Odesa, drones rusos dañaron un hospital y dos edificios de apartamentos, aunque afortunadamente sin víctimas fatales. En Kramatorsk, en la región de Donetsk, un ataque de artillería rusa dejó 13 heridos, incluyendo dos niños. El jefe regional Vadym Filashkin advirtió: “Cualquiera que todavía permanezca en la región de Donetsk se está poniendo en grave peligro. ¡Cuídense! Evacúen”.
La Fuerza Aérea ucraniana informó sobre el lanzamiento de más de 80 drones rusos durante la noche, muchos de los cuales fueron interceptados o inutilizados. No obstante, el uso de drones Shahed con mayor capacidad destructiva, como evidencian las fotografías publicadas por Yermak, revela una escalada en la intensidad del conflicto, con implicaciones sobre el incremento de víctimas civiles.
Paralelamente a estos eventos, una fuente del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) reportó un ataque conjunto con las fuerzas especiales del Ejército contra una refinería y un arsenal ruso en la región de Tver, Rusia, causando daños significativos a la infraestructura y un incendio. Este acontecimiento, ejecutado mediante drones, parece representar una contraofensiva, aunque sus implicaciones estratégicas aún se analizan.
Sumy declara dos días de luto. La guerra continúa, dejando a su paso una estela de dolor y destrucción. La situación en Ucrania permanece incierta, marcada por la intensidad de los combates y la creciente amenaza de la escalada militar.