En medio de este complejo panorama, Elon Musk, el magnate detrás de SpaceX y Tesla, ha lanzado una acusación de gran envergadura contra la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). A través de su plataforma X (anteriormente Twitter), Musk, sin proporcionar evidencia directa, calificó a la USAID como una "organización criminal".
Esta declaración, hecha en respuesta a un video que vincula a la USAID con presuntos "trabajos sucios de la CIA" y "censura de internet", ha generado un terremoto político. Musk fue aún más lejos al cuestionar, sin presentar pruebas, si sus 215 millones de seguidores sabían que la USAID, con fondos provenientes de los impuestos estadounidenses, "financió investigaciones de armas biológicas, incluido el covid-19, que mató a millones de personas".
Estas afirmaciones, previamente vinculadas por funcionarios de la administración Biden a una campaña de desinformación rusa, han puesto en jaque a la USAID, una agencia con un presupuesto anual de 42 mil 800 millones de dólares destinados a ayuda humanitaria y desarrollo global. La repercusión inmediata ha sido la desactivación de la cuenta oficial de la USAID en X, así como problemas en su sitio web, según confirmó la AFP.
La controversia se intensifica con informes de CNN, que señalan el despido de dos altos funcionarios de seguridad de la USAID tras impedir el acceso del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado temporalmente por Musk bajo la administración Trump, a documentos clasificados. El DOGE también solicitó acceso a los archivos del personal y al sistema de seguridad de la sede de la USAID. Este acceso a información sensible, sumado a las acusaciones de Musk, abre un abanico de interrogantes sobre la transparencia y el funcionamiento interno de la USAID.
El impacto de estas acusaciones y la consiguiente incertidumbre se extiende a nivel global, especialmente en las comunidades más vulnerables que dependen de la ayuda internacional. Mientras tanto, el misterio envuelve las verdaderas motivaciones detrás de estas acusaciones y la falta de pruebas que las sustenten, dejando al público con más preguntas que respuestas.