Imágenes de la rutina aeroportuaria, maletas rodando, el murmullo de la gente esperando, se desvanecieron rápidamente ante una situación de emergencia. El protagonista: un Airbus A319 de United Airlines, con 104 pasajeros y 5 miembros de la tripulación a bordo, listo para despegar del Aeropuerto Intercontinental George Bush. Pero algo salió mal.
Poco después de las 8:30 am, durante la aceleración para el despegue, un problema en uno de los motores provocó una escena de película. Según la Administración Federal de Aviación (FAA), se registró una “indicación sobre un motor” que generó humo y, según videos grabados por pasajeros, llamas en el ala derecha. El sonido del motor es descrito por algunos como un estruendo violento.
El pánico se apoderó de la aeronave. Testimonios recogidos por KPRC-TV incluyen frases como: “Por favor, por favor, sáquennos de aquí”. La situación obligó a detener el vuelo en la pista. La evacuación fue inmediata. Los pasajeros tuvieron que utilizar una combinación de toboganes de emergencia y escaleras para abandonar el avión. Todos los pasajeros fueron trasladados en autobús a la terminal sin reportar heridos.
United Airlines, en un comunicado oficial, confirmó la evacuación y señaló: “Los pasajeros desembarcaron en la pista mediante una combinación de toboganes y escaleras, y fueron trasladados en autobús a la terminal. Organizamos una aeronave diferente para llevar a los clientes a su destino a las 2:00 de la tarde tiempo del centro.”
La FAA, por su parte, anunció una investigación exhaustiva del incidente. Este suceso ocurre en un contexto de preocupación por la seguridad aérea en Estados Unidos, a raíz de otros accidentes recientes. La investigación se enfocará en determinar las causas precisas del fallo del motor y prevenir sucesos similares.
La aerolínea reubicó a los pasajeros en un vuelo posterior, garantizando la llegada a Nueva York. A pesar del susto, lo importante es que todos llegaron a salvo.