El nombre de Donald Trump está indisolublemente ligado al debate sobre inmigración en Estados Unidos. Sin embargo, pocos conocen a profundidad la historia migratoria de sus propios ancestros. Su abuelo paterno, Friedrich Trump, nació en 1869 en Kallstadt, Alemania. A los 16 años, emprendió un viaje que lo llevaría a Estados Unidos, en plena fiebre del oro. Aunque la fortuna en las minas no llegó, su ingenio sí lo hizo: estableció una cadena de hoteles y restaurantes en Alaska, sentando las bases de la fortuna familiar.
Por el lado materno, la historia es igualmente fascinante. Mary Anne MacLeod, madre de Donald Trump, nació en la isla de Lewis, en las Hébridas Exteriores de Escocia, en 1912. La difícil situación económica de la época la impulsó, a los 18 años, a buscar un futuro mejor en Estados Unidos. Llegó a Nueva York en 1930 y, como muchas inmigrantes de la época, trabajó como empleada doméstica. Allí conoció a Fred Trump, un exitoso constructor, con quien se casó en 1936 y tuvo cinco hijos, entre ellos, el expresidente.
"Su progenitora tenía un gran respeto por la reina Isabel II y se sentía profundamente orgullosa de sus raíces escocesas," según ha relatado el propio Donald Trump en diferentes ocasiones. Esta conexión con Escocia se reflejaba en las visitas familiares a la isla de Lewis, manteniendo vivos los lazos con su tierra natal.
La familia Trump, por lo tanto, tiene una historia fuertemente arraigada a la experiencia migratoria, un aspecto que contrasta notablemente con las posturas políticas que el expresidente ha adoptado a lo largo de su carrera. Su abuelo y su madre fueron inmigrantes que buscaron oportunidades en Estados Unidos, una realidad que contrasta con sus declaraciones y políticas públicas en materia de inmigración. Este contraste genera un debate que ha sido analizado desde diferentes perspectivas, generando numerosas reflexiones sobre las complejidades de la identidad y la política.
Los tres hijos de Fred Trump nacieron en suelo estadounidense. Fred, quien heredó y expandió el imperio inmobiliario de su padre, consolidó el éxito empresarial de la familia, una historia de trabajo, perseverancia y, sin duda, un pasado migratorio que ha marcado su legado.