La tensión se incrementó cuando Donald Trump impuso aranceles del 25% a las importaciones de Canadá y México, y del 10% a las importaciones de China. Este movimiento, realizado durante el fin de semana, generó temores inmediatos de una escalada en la guerra comercial global, con consecuencias devastadoras para el sector agrícola estadounidense. La reacción inicial fue una caída generalizada en los precios de futuros del maíz, trigo y soya en Chicago.
Sin embargo, el panorama cambió drásticamente. La situación dio un giro inesperado gracias a un acuerdo entre Estados Unidos y México. Este acuerdo, clave para la estabilización del mercado, consistió en la suspensión temporal de los aranceles a productos mexicanos a cambio de compromisos específicos por parte del gobierno mexicano.
Entre las acciones comprometidas por México se encuentra el despliegue de 10,000 miembros de la Guardia Nacional en la frontera norte. Adicionalmente, se pactó una colaboración entre ambos países para frenar el flujo de armas de alto poder hacia territorio mexicano. “Este acuerdo representa un esfuerzo crucial para mitigar la tensión comercial y evitar consecuencias más graves para la economía global,” declaró un analista financiero.
Este acuerdo tuvo un impacto inmediato en el mercado de futuros. Los precios repuntaron significativamente. El trigo activo en la Bolsa de Comercio de Chicago subió 8.5 centavos, alcanzando los 5.68 dólares por bushel, su nivel más alto desde el 21 de noviembre. Similarmente, la soya CBOT ganó 9.5 centavos, cotizándose a 10.5150 dólares por bushel, y el maíz activo aumentó 4.5 centavos, situándose en 4.8650 dólares por bushel. Es importante destacar que la recuperación comenzó incluso antes del anuncio oficial, debido a que China no respondió de inmediato con aranceles de represalia a los productos estadounidenses, según Arlan Suderman, economista jefe de Materias Primas de StoneX.
La situación demuestra la volatilidad inherente a los mercados internacionales, influenciados por decisiones políticas de gran alcance. Los mercados de futuros agrícolas, sensibles a cualquier alteración geopolítica, reflejan la interdependencia global y la necesidad de acuerdos internacionales para mantener la estabilidad económica.