Arresto en McDonald's Houston: Debate sobre uso de fuerza policial

El objetivo: Robert Gregory Johnson III, de 33 años y residente de Garland. La información disponible hasta el momento, sin entrar en detalles aún, apunta a una situación que involucró a las autoridades y un uso de fuerza que está siendo investigado.
Johnson, según fuentes oficiales, había estado prófugo desde agosto después de un incidente en Plano, Texas, donde se le acusó de un delito grave. Se le había colocado un monitor de tobillo como medida cautelar, pero este fue removido, iniciándose una intensa búsqueda.
Una orden de búsqueda y captura (BOLO) fue emitida el 16 de enero, acelerando la búsqueda del sospechoso. Fue entonces cuando el Grupo de Trabajo de Alguaciles de Estados Unidos en Houston, tras seguir una pista proporcionada por la División Este de Plano, lo ubicó en el mencionado establecimiento de comida rápida.
"Cuando nuestro equipo entró en el McDonald's, habían decidido que se trataba de un entorno seguro. Intentaron darle órdenes verbales, pero el animal no obedeció", explicó el alguacil adjunto Cameron Welch, utilizando una descripción poco usual para referirse al sospechoso. La situación escaló rápidamente. Los oficiales utilizaron una Taser, pero Johnson presuntamente continuó resistiéndose. La supuesta amenaza de Johnson, al meter la mano en una bolsa, provocó que los agentes abrieran fuego, hiriéndolo. Incluso después de recibir disparos, se afirma que Johnson siguió resistiéndose hasta la llegada de un equipo K9.
La gravedad de las lesiones de Johnson aún se desconoce, aunque se reporta que se espera que sobreviva. El caso, sin duda, presenta varios puntos cruciales que serán objeto de escrutinio: