El objetivo declarado: miembros de la peligrosa pandilla venezolana Tren de Aragua. Sin embargo, según reportes de medios locales y organizaciones defensoras de derechos humanos, la redada, encabezada por agentes del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas), se desvió considerablemente de su objetivo inicial. En el complejo de apartamentos Cedar Run, la escena se tornó caótica.
"Estoy impactada. Es una locura," comentó Crystal Villa, residente del edificio, al diario The Denver Post, describiendo cómo un agente intentó ingresar a su apartamento sin orden judicial, preguntándole incluso si poseía drogas. Este incidente, lejos de ser excepcional, se repitió en numerosos apartamentos.
El ICE, en un comunicado emitido a las ocho de la mañana, anunció la búsqueda de "más de 100 integrantes de la violenta pandilla venezolana Tren de Aragua en Aurora." Sin embargo, el número de detenidos oficiales sigue sin ser revelado. Declaraciones posteriores del gobierno, a través de Tom Homan, zar de la frontera durante la administración Trump, sugieren que la operación fue un fracaso, atribuyendo ello a "filtraciones" que alertaron a los objetivos.
Mientras tanto, la cadena Fox News, autorizada por el ICE para cubrir el operativo, reportó la detención de 30 personas, solo una de ellas presuntamente vinculada al Tren de Aragua. Caleb Vitello, a cargo del ICE, admitió que el operativo no se desarrolló según lo planeado, reconociendo la existencia de filtraciones.
La situación se agravó con la presencia de activistas de derechos humanos que intentaron informar a los residentes sobre sus derechos. Según la Coalición de Derechos de los Inmigrantes de Colorado, los agentes se negaron a mostrar órdenes judiciales, interrogando indiscriminadamente a los residentes sobre su estatus migratorio. "El uso de la fuerza de varias agencias federales para detener individuos", señala el comunicado de la Coalición, incluyendo a personas con procesos de asilo vigentes. Testimonios como el de Kayla Frawley, quien denuncia el uso de balas de goma y el destrozo de una puerta, pintan un panorama aún más preocupante.
El complejo Cedar Run, con 384 unidades y una población mayoritariamente latina, recibe inmigrantes desde hace más de un año y medio, habiendo sido parte de un programa de apoyo a recién llegados. Este operativo se enmarca en un contexto político complejo, alimentado por la narrativa de una "invasión" criminal proveniente de Venezuela, impulsada durante la campaña de Donald Trump y difundida por medios de la derecha radical.
Un operativo paralelo en Edge of Lowry, en Aurora, involucró a agentes de la DEA, el FBI y el Departamento de Seguridad Interior, mostrando una coordinación interagencial significativa. Este complejo ya había sido objeto de atención luego de detenciones previas relacionadas con el Tren de Aragua. El incidente involucró la transmisión en vivo de un encuentro entre agentes y una familia, mostrando la angustia de una niña de 12 años ante la situación. La familia presentó sus documentos de residencia, y los agentes se retiraron.
Las reacciones al operativo son variadas, desde la preocupación por el abuso de autoridad hasta la condena por los métodos utilizados. El senador John Hickenlooper expresó su preocupación por reportes de "ICE bloqueando buses escolares y padres de familia de abandonar sus casas." El futuro de estos casos, y las consecuencias a largo plazo de esta operación masiva, permanecen aún por verse.