El mural, ubicado en el corazón de Brownsville, representa la imagen de Elon Musk, CEO de SpaceX. Sin embargo, esta semana sufrió actos de vandalismo. Sobre la cabeza de Musk aparecieron las palabras “Negar, defender, deponer” junto al símbolo anarquista “A”. Imágenes de la obra desfigurada se viralizaron rápidamente.
Lo que hace particularmente intrigante este incidente es la conexión con un caso anterior. Las mismas palabras, “Negar, defender, deponer”, fueron encontradas grabadas en la munición utilizada en el asesinato del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, en Nueva York a finales del año pasado. Esta frase, “descriptiva de las tácticas de las aseguradoras para evitar pagos”, según algunos analistas, se ha convertido en un símbolo del anticapitalismo.
La policía de Brownsville informó el jueves que aún no hay arrestos. Pero la historia no termina ahí. El artista del mural, Alexandro González-Hernández (@POPC_ULTURE), respondió con una peculiar intervención. Pintó sobre el grafiti y añadió una etiqueta con el nombre de Musk que dice “Hola, mi nombre es Luigi. M.”, haciendo referencia a Luigi Mangione, el hombre acusado del asesinato de Thompson.
En declaraciones a The Dallas Morning News, González-Hernández explicó su perspectiva: “El arte conmueve a las personas y, a veces, las desafía. Al menos, esto demuestra una cosa: el arte es poderoso, esta pieza está viva y el mundo lo está sintiendo.” En redes sociales, añadió: “Niega la destrucción. Defiende la creatividad. Derroca el odio.”
Este incidente ocurre en un contexto complejo. Elon Musk, designado por el expresidente Trump como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), ha generado controversia por su acceso a datos sensibles del gobierno federal y sus planes de cerrar la USAID. El mural, pintado en 2021 para una exhibición temporal de SpaceX y Starship, muestra a Musk, imágenes de naves espaciales y la frase "De Boca Chica a Marte". Brownsville se encuentra cerca de Boca Chica, sede de SpaceX, zona que ha experimentado un auge económico, pero también conflictos con grupos ambientalistas y residentes locales preocupados por el impacto ambiental de las operaciones de SpaceX. El impacto de Musk en la región es un tema de debate, marcado por las victorias electorales republicanas en zonas tradicionalmente demócratas.
El contraste entre el desarrollo económico impulsado por SpaceX y las protestas contra la empresa, junto con la interpretación artística del vandalismo, conforman un panorama multifacético sobre el legado de Musk en el sur de Texas.