Agente aduanal estafó a Daiso y el IRS en $8 millones
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Piensa en el papel crucial de un agente aduanal: la confianza depositada, la responsabilidad en el manejo de grandes sumas de dinero… Un error puede tener consecuencias devastadoras.
En el sur de California, Frank Seung Noah, un agente de 64 años de Corona, dueño de Comis International Inc., una empresa de logística con sede en Cerritos, se vio envuelto en una situación que ilustra perfectamente este riesgo. Su empresa, durante años, operó como agente de importación para Daiso, la reconocida cadena de tiendas de descuento japonesa.
Entre 2007 y 2019, la investigación reveló un esquema complejo. "Noah proporcionó a Daiso formularios de derechos de aduana y facturas falsas para cobrar un reembolso falso por los derechos de aduana", señalan los fiscales. La diferencia entre los documentos presentados a Daiso y los entregados a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) fue clave para el fraude. Este ardid le permitió a Noah embolsarse casi 3.4 millones de dólares de Daiso.
Pero la historia no termina ahí. Incluso después de ser acusado en 2022 por el fraude a Daiso, Noah continuó sus actividades ilícitas. En esta ocasión, estafó a otras empresas por más de 2 millones de dólares utilizando un método diferente: recibía pagos por los derechos de aduana, pero nunca los abonaba, presentando luego extractos bancarios falsos para justificarse ante sus clientes. La CBP descubrió la estafa tras ser alertada por las empresas afectadas.
Las irregularidades no se limitaron al fraude a empresas. Noah evadió el pago de impuestos federales, causando una pérdida de alrededor de 2.4 millones de dólares al IRS. Los documentos judiciales detallan sus esfuerzos para evadir al IRS, incluyendo el pago de dos casas a nombre de su exnovia y el uso de casas de cambio de cheques para evitar embargos. "Noah evitó activamente los intentos del IRS de cobrar la cantidad adeudada," según la información oficial.
El 7 de febrero, Noah se declaró culpable de un cargo de evasión fiscal y dos cargos de fraude electrónico. Enfrenta una posible condena de hasta 20 años de prisión por cada cargo de fraude electrónico y hasta cinco años por el cargo de evasión fiscal. La audiencia de sentencia está programada para el 8 de mayo. El caso, investigado por la División de Investigaciones Criminales y de Seguridad Nacional del IRS con la ayuda de la CBP, deja una lección sobre los riesgos de la corrupción en un sector tan delicado como el comercio internacional.