Redadas de ICE generan temor y caen las ventas en negocios de comunidades latinas en Texas
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El origen de esta calma inquietante se encuentra en la intensificación de las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). La presencia de agentes federales ha generado una ola de temor en la comunidad hispana, impactando directamente en el comercio local.
María, propietaria de un pequeño negocio en el corazón de la ciudad, comparte su testimonio: “Antes, los fines de semana ganaba 4000 dólares. Ahora, apenas llego a la mitad. La gente tiene miedo, no sale a comprar.” Esta disminución del 50% en sus ventas refleja la realidad que enfrentan numerosos negocios, principalmente aquellos que atienden a la población latina.
La situación no solo afecta a los dueños de los negocios. Una empleada de María, quien pidió mantener su anonimato, confiesa su preocupación: “Preferiría irme antes de que metan a mis hijos en una cárcel. No sé cuánto tiempo los tendrían allí.” Este temor, compartido por muchas familias indocumentadas, paraliza la vida cotidiana y golpea la economía local.
La organización Somos Tejas, a través de su representante Ramiro Luna, describe la situación como una “paralización” de la comunidad: “Hay un temor evidente. Ni siquiera se animan a ir por necesidades básicas.” Esta restricción en el consumo intensifica el impacto económico, creando un círculo vicioso de miedo y recesión.
Las consecuencias económicas, según el economista José Ángel Arámbula, son preocupantes: “Los operativos reducen el mercado laboral y afectan la producción. Cuando la producción baja y la demanda sigue igual, los precios de productos básicos aumentan, generando inflación.”
El descontento no se limita a los negocios. En varias ciudades texanas, las redes sociales se han convertido en un eco de las protestas. Incluso, un oficial de policía de El Paso, Alan (quien prefirió omitir su apellido), participó en una manifestación, expresando su arrepentimiento por haber votado por Trump y su preocupación por su padre, un inmigrante indocumentado.
El panorama en Dallas y otras ciudades de Texas es complejo. El miedo, palpable en las calles y en los negocios vacíos, se extiende como una sombra sobre la economía local y el tejido social de la comunidad hispana.