Renuncia Klaus Iohannis: Crisis política en Rumania
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El foco de atención se centra en Klaus Iohannis, el presidente saliente. Su segundo mandato, que oficialmente culminó el 21 de diciembre, ha estado marcado por una serie de controversias. Recordemos que las elecciones presidenciales de diciembre pasado fueron anuladas por el Tribunal Supremo, tras acusaciones de "injerencia rusa" y la sorpresiva victoria en primera vuelta de un candidato de extrema derecha, un hecho que generó gran conmoción.
Esta decisión judicial desató una ola de protestas. Decenas de miles de rumanos, movilizados principalmente por la extrema derecha, salieron a las calles a manifestarse. La presión sobre Iohannis aumentó exponencialmente. Se intensificaron las llamadas a su renuncia, al mismo tiempo que la oposición, encabezada por el partido AUR, iniciaba procedimientos para su suspensión del cargo.
La presión parlamentaria se hizo insostenible. Ante la inminencia de una votación en el Parlamento para su destitución, Iohannis tomó una decisión radical: renunció a la presidencia. En un discurso a la nación, el mandatario argumentó que su decisión buscaba evitar una "crisis innecesaria y negativa" para el país. Su renuncia, efectiva a partir del 12 de febrero, deja a Rumania en una situación política excepcional.
La renuncia de Iohannis ha sido recibida con diversas reacciones. George Simion, líder del partido AUR, celebró la noticia en Facebook como una "victoria del pueblo". Mientras tanto, Călin Georgescu, el candidato más votado en las elecciones anuladas, denunció la situación como un "golpe de estado formalizado".
El panorama inmediato apunta a Ilie Bolojan, presidente del Senado y líder liberal, como el sustituto provisional de Iohannis. Nuevas elecciones presidenciales están programadas para el 4 de mayo (primera vuelta) y el 18 de mayo (segunda vuelta, si es necesaria). La extrema derecha, que obtuvo un tercio de los votos en las elecciones parlamentarias de diciembre, un resultado sin precedentes, se perfila como un actor clave en este nuevo escenario político.
Con Iohannis fuera del juego, la incertidumbre reina en Rumania. El país se enfrenta a un periodo de transición complejo, con implicaciones tanto internas como internacionales, especialmente considerando la cercana situación con Ucrania.