Incidentes racistas empañan la Copa de Alemania: FIFA exige acción

Christopher Antwi-Adjei, lateral del Schalke, se convirtió en el centro de un escándalo que trascendió el deporte: abucheos constantes tras denunciar insultos racistas durante el partido contra el Lokomotive Leipzig. No fue el único caso.

En paralelo, un suplente del Kaiserslautern —cuyo nombre se mantiene en reserva— sufrió ataques similares mientras calentaba en el campo del RSV Eintracht. "Es inaceptable que hayan ocurrido incidentes en dos partidos de la DFB-Pokal en Alemania", declaró Gianni Infantino, presidente de la FIFA, en un mensaje contundente. Los hechos ocurrieron en escenarios de la antigua Alemania del Este, donde equipos de divisiones inferiores recibían a rivales de mayor jerarquía.

Las reacciones no se hicieron esperar:

• La policía alemana inició investigaciones tras la denuncia de Antwi-Adjei.
• Aficionados del RSV Eintracht corearon "Nazis fuera" al identificar al presunto agresor.
• El Panel de Voz de los Jugadores de la FIFA anunció coordinación con la federación local.

El contexto es preocupante. Solo 48 horas antes, Antoine Semenyo, delantero del Bournemouth, reportó abusos raciales durante un partido en Liverpool. Un hombre de 47 años fue arrestado, evidenciando un patrón que Infantino calificó de "inadmisible". La FIFA aseguró que presionará para que autoridades y organizadores actúen, aunque las medidas posteriores aún están por definirse.

Mientras tanto, el deporte sigue buscando respuestas. Los estadios, que deberían ser templos de unidad, se convierten en escenarios donde el odio intenta robarle protagonismo al juego. La pregunta que queda flotando: ¿cuántas condenas públicas se necesitan para que la acción sea realmente efectiva?

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