Masacre en Río Grande: Dos menores muertos y múltiples heridos tras tiroteo
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El foco de atención se centra en una residencia donde, según reportes de la policía, se encontraba Luis Daniel Encarnación Colón, un hombre con un historial judicial, acusado de asesinato en 2022 y con una audiencia judicial programada para el viernes. La presencia de Encarnación Colón en la vivienda es un elemento clave en la investigación, aunque aún no se ha establecido una conexión directa con el tiroteo.
Pero la tragedia no se limitó a la vivienda. En la carretera PR-3, las autoridades encontraron un Kia Forte con dos menores fallecidos en su interior: una niña de 13 años y un niño de 8. Ambos presentaban heridas de bala. Dentro del vehículo también viajaba una niña de 12 años, hermana de los fallecidos, quien resultó herida pero se encuentra estable.
Además de los menores, cuatro adultos resultaron heridos en el incidente: una mujer de 51 años, un hombre de 66 años (cuyas condiciones se reportan como estables), y un hombre de 27 años, cuya condición se describe como "de cuidado". La madre de los tres menores, de 51 años, también se encontraba en el vehículo y resultó ilesa, según reportes preliminares de la policía. Se especula que la familia se dirigía al hospital después del incidente en la residencia.
“Se presume, hasta ahora, que en la casa donde fueron los hechos vive una persona que está acusado de asesinato en Río Grande. Está con un grillete y tiene una visita mañana por una supresión de evidencia,” declaró el superintendente auxiliar de Investigaciones Criminales, Coronel Manuel de Jesús, a El Nuevo Día.
La escena del crimen presentó una imagen desoladora: cientos de casquillos de bala y un rifle que está siendo analizado para determinar su relación con el tiroteo. Las autoridades están trabajando arduamente recopilando evidencia, revisando videos de seguridad y entrevistando testigos para esclarecer los hechos. La investigación continúa en curso para determinar el móvil del crimen, identificar a los responsables y llevarlos ante la justicia.
La magnitud del suceso ha generado una profunda conmoción en Puerto Rico, donde la violencia armada sigue siendo una preocupante realidad. Los detalles precisos de lo ocurrido aún están emergiendo de la investigación. La comunidad espera respuestas, y mientras tanto, el luto y la incertidumbre pesan sobre Río Grande.