ICE reconoce filtraciones en operaciones, mientras el FBI niega acusaciones y pide investigación
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El foco de la controversia: las recientes operaciones del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) que han resultado en un número de detenciones significativamente menor al esperado. Tom Homan, el "zar de la frontera" durante la administración Trump, y Kristi Noem, ex Secretaria de Seguridad Interior, han señalado directamente al FBI como responsable de las filtraciones que, según ellos, alertaron a los objetivos de las redadas.
Homan, en una entrevista con Fox News, afirmó: "Pensamos que ha sido alguien de adentro y creemos que ya ha sido identificado". Estas declaraciones, junto con las acusaciones en redes sociales de Noem ("El FBI es muy corrupto"), han generado una fuerte controversia.
El ICE, por su parte, reconoce dificultades. Caleb Vitello, encargado de ICE, admitió la semana pasada: "Creo que hubo algunas filtraciones y sabían que veníamos, pero eso no nos va a detener". Un ejemplo concreto: la operación del 5 de febrero en Denver y Aurora, Colorado, dirigida contra la pandilla venezolana Tren de Aragua, resultó en la detención de solo 30 personas, una cifra muy inferior a las 100 previstas. De esos detenidos, sólo uno tenía vínculos directos con la pandilla.
Sin embargo, el FBI ha respondido con un comunicado oficial negando categóricamente las acusaciones. La agencia afirma estar "comprometida con la nueva política" de la Casa Blanca y destaca su colaboración con Seguridad Interior, resaltando más de mil detenciones en operaciones conjuntas. Incluso detallan que "casi 200 involucró órdenes de aprehensión por delitos graves, entre los que había sujetos con vínculos a pandillas o nexos con grupos terroristas".
El FBI, aún sin director confirmado, insta a Seguridad Interior a investigar las filtraciones internas para garantizar el éxito de futuras operaciones. El comunicado concluye enfatizando que "si hay violaciones de nuestras políticas y estas son debidamente reportadas, el FBI las tratará con la mayor seriedad y tomará las acciones necesarias". La incertidumbre sobre el origen de las filtraciones y su impacto en las futuras redadas permanece.
La situación deja en evidencia las complejidades de la cooperación interagencial en la aplicación de la ley, especialmente en un contexto de alta polarización política y fuertes debates sobre inmigración.