Celulares en la escuela: 79 países restringen su uso, el debate está abierto
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Un informe reciente de la UNESCO, titulado '¿Prohibir o no prohibir? Monitoreo de las regulaciones de los países sobre el uso de teléfonos inteligentes en la escuela', revela que al menos 79 países han implementado medidas para restringir el uso de celulares en las escuelas. Esta cifra representa un 40% de los sistemas educativos mundiales, con variaciones significativas entre regiones: Asia meridional y central lidera con un 85%, mientras que América Latina y el Caribe se sitúa en un 28%.
El informe destaca la necesidad de un enfoque cuidadoso, priorizando un aprendizaje centrado en el ser humano donde la tecnología sea una herramienta, no el centro de atención. Sin embargo, las medidas adoptadas son diversas. Mientras algunos países, como China (con la exigencia de consentimiento parental en Zhengzhou), endurecieron las restricciones, otros, como Arabia Saudita, las flexibilizaron en respuesta a las necesidades de grupos con discapacidades.
En Estados Unidos, la situación es heterogénea; 20 estados cuentan con regulaciones, incluyendo leyes específicas como la Ley de Escuelas sin teléfono en California. La académica de la UNAM, María Becerril Pérez, añade una perspectiva crucial: la falta de conclusiones definitivas en la investigación científica sobre el impacto del uso de celulares en el rendimiento académico. "Más que regular, se apostó a estrategias pedagógicas alternativas," comenta Becerril Pérez, destacando la importancia de experiencias fuera del aula y el contacto con la naturaleza.
Becerril Pérez propone un enfoque gradual: "un no rotundo en preescolar y primaria baja, un acercamiento gradual en primaria alta, y un uso restringido en secundaria y bachillerato." El informe de la UNESCO coincide en la necesidad de cautela al imponer prohibiciones, enfatizando la importancia de una política basada en evidencia sólida y reconociendo el potencial de la tecnología para el desarrollo de habilidades críticas. Estudios como el realizado en Suecia, que no encontró impacto significativo en el rendimiento académico tras una prohibición de un año, ilustran la complejidad del tema.
Un dato alarmante del Departamento de Educación de Estados Unidos muestra que las escuelas con prohibiciones reportaron mayor ciberacoso. La experta de la UNAM resalta la necesidad de acuerdos para el uso responsable de la tecnología, considerando tanto sus beneficios como sus riesgos potenciales para la salud física y mental. "Aprender a usar las tecnologías", concluye, apuntando a la educación parental como clave.
En México, la iniciativa del gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, para prohibir el uso de redes sociales en menores de 14 años y celulares en las escuelas, refleja la preocupación creciente por los efectos de la tecnología en la infancia y adolescencia, incluyendo el ciberacoso.