Muerte de niño de 13 años en Murrieta: Peligroso reto viral sospechoso
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Nnamdi Ohaeri, Jr., conocido cariñosamente como "Deuce", un joven de 13 años, lleno de vida y con una pasión por la música y el fútbol, fue encontrado inconsciente en su habitación a la mañana siguiente. Su padre, Nnamdi Ohaeri, Sr., recuerda con claridad los momentos previos: "Llegamos a casa, se ducharon, estábamos viendo los Grammy, estaba emocionado porque Kendrick Lamar arrasaba en todas las categorías".
Inicialmente, se pensó en un suicidio. Deuce, el mayor de cuatro hermanos, provenía de una familia unida y con fuertes lazos militares. Su optimismo y alegría eran constantes. Esta posibilidad, para sus padres, era inconcebible. La investigación familiar, sin embargo, reveló una inquietante verdad.
Tras una profunda búsqueda, la familia descubrió la posible conexión de la muerte de Deuce con un peligroso desafío en redes sociales que incitaba a los niños a desmayarse voluntariamente. "Escuché algo sobre un joven que intentó desmayarse y supongo que se recuperó", explicó el Sr. Ohaeri, indicando que esta información, aunque vaga, es lo único que parece explicar lo sucedido.
La familia enfatiza que Deuce no tenía cuentas en redes sociales y su teléfono contaba con estrictos controles parentales. Se cree que pudo haber conocido el reto a través de otros compañeros de escuela. Este tipo de desafíos, similares al "Blackout Challenge" de TikTok, alientan a los participantes a contener la respiración hasta perder el conocimiento, poniendo en riesgo su vida. La familia de Deuce se suma a la lista de padres que exigen mayor responsabilidad por parte de las plataformas.
El dolor de los Ohaeri es inmenso, acompañado de la frustración de no tener todas las respuestas. El Sr. Ohaeri confiesa: "Ahora estoy repasando mi agenda de culpabilidad y me pregunto: '¿Nos registramos más? ¿No debería haber sido tan firme hace cuatro años?'". La familia, devastada pero con la determinación de honrar la memoria de Deuce, comparte su historia con la esperanza de alertar a otros padres sobre los peligros ocultos en el mundo digital y la necesidad de una comunicación abierta y constante con sus hijos.
El funeral y la celebración de la vida de Deuce contaron con la presencia de su comunidad, un testimonio del cariño y la admiración que el joven generó. La tragedia deja un vacío irreparable, pero también un llamado a la reflexión sobre la responsabilidad compartida en la crianza en la era digital.