Joven ecuatoriano muere en accidente de moto en el Bronx

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Las calles del Bronx, a veces bulliciosas, a veces silenciosas, guardan secretos en cada esquina. Esta vez, el silencio pesa más que el ruido habitual

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Leonora Lagarda el 26/02/2025 08:32 AM.
En Internacional y editada el 26/02/2025 08:34 AM.

El lunes, alrededor de las 6:45 p.m., un accidente en la intersección de Metcalf Ave. y E. 172nd St. cambió para siempre la vida de una familia. Un joven de 17 años, Juan Alexander Quizhpi Naranjo, perdió la vida en un choque entre una motocicleta todoterreno X-Motos y una minivan Honda Odyssey.

Juan, un inmigrante ecuatoriano que llegó a Nueva York hace tres años huyendo de la violencia de las pandillas en su país, "fue reclutado para vender drogas, amenazado de muerte si se negaba", según relató su tío, Juan Avendaño. Este trágico suceso ocurrió a dos cuadras de su casa, mientras conducía la moto con una acompañante de 14 años, quien afortunadamente se recupera.

El impacto fue violento. Ambos jóvenes fueron expulsados de la motocicleta. Juan fue trasladado al Jacobi Medical Center, donde falleció. La joven de 14 años también resultó herida, pero se espera su pronta recuperación. El conductor de la minivan, un hombre de 42 años, permaneció en el lugar de los hechos. La investigación policial continúa para determinar las causas exactas del accidente, y por el momento no se han presentado cargos.

La pérdida de Juan ha dejado un vacío inmenso en su familia. Su madre, Blanca Naranjo, recuerda con dolor su última conversación: “Estuvo aquí ayer por la mañana, sentado en la cama y viendo la televisión… Hablé con él por última vez alrededor de las 4 p.m.” Ahora, la familia enfrenta el desgarrador proceso de repatriar su cuerpo a Ecuador y busca apoyo para cubrir los gastos del traslado y el funeral.

Más allá del accidente, la historia de Juan refleja la dura realidad de muchos jóvenes que buscan un futuro mejor lejos de la violencia y la inseguridad. Su corta vida, marcada por la huida y la esperanza, terminó de manera abrupta en las calles de una ciudad que prometía un nuevo comienzo.

Le sobreviven su madre y un hermano menor de 12 años, quienes, junto con el resto de la familia, cargan ahora con el peso de esta irreparable pérdida.