Nuevos casos de sarampión en Kentucky y Nueva Jersey desatan alerta sanitaria
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Los focos se han encendido en Kentucky y Nueva Jersey, donde se han confirmado nuevos casos de sarampión. En Kentucky, un adulto que viajó recientemente a una zona con transmisión activa del virus, fue diagnosticado. Este caso, el primero en el estado desde 2023, ha generado preocupación, ya que el individuo visitó el gimnasio Planet Fitness en Frankfort el 17 de febrero mientras era contagioso. Las autoridades sanitarias están trabajando para rastrear a las personas que podrían haber estado expuestas.
Simultáneamente, en Nueva Jersey, se reportaron dos nuevos casos en el condado de Bergen, relacionados con un paciente diagnosticado a principios de mes. Curiosamente, ambos pertenecen a la misma familia y, al igual que el caso de Kentucky, no estaban vacunados. Añade un nuevo nivel de alerta la información de que el Hospital Englewood emitió alertas tras la posible exposición al virus en su sala de emergencias el 5 de febrero.
El dato alarmante es que la tasa de vacunación infantil en Kentucky es del 90%, inferior al promedio nacional, según el comisionado del KDPH, “el sarampión puede prevenirse con la vacuna MMR, segura y efectiva”, un hecho que resalta la urgencia de la situación. Mientras tanto, el brote más significativo se centra en Texas, con 124 casos confirmados y, trágicamente, la primera muerte por sarampión en Estados Unidos desde 2015: un niño sin vacunar.
Este brote en Texas, mayormente concentrado en comunidades menonitas con bajas tasas de vacunación, no es un evento aislado. Se han reportado casos adicionales en seis estados más: Alaska, California, Georgia, Nuevo México, Nueva York y Rhode Island. La preocupación radica en la alta contagiosidad del virus: los CDC afirman que una sola persona infectada puede contagiar hasta nueve de cada diez personas no vacunadas. La transmisión aérea y su persistencia en el ambiente durante hasta dos horas tras la partida del infectado, hacen del sarampión una amenaza real y palpable.
La recomendación de los CDC es clara: dos dosis de la vacuna MMR, con una efectividad del 97% para prevenir la enfermedad. La situación adquiere mayor complejidad con la designación de Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud, figura reconocida por su escepticismo hacia las vacunas. Sus declaraciones, minimizando la gravedad del brote, han generado controversia y preocupación entre los expertos en salud pública.
El sarampión, declarado erradicado en Estados Unidos en el año 2000, resurge como un recordatorio contundente de la importancia de la inmunización. La situación actual representa una compleja interacción entre salud pública, políticas sanitarias y desinformación, con consecuencias tangibles en la vida de miles.