Escándalo Varsity Blues: Ejecutivo demanda a Netflix y USC
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Este suceso, aparentemente sacado de una película, marcó el inicio de una pesadilla legal para Wilson, quien se vio envuelto en el escándalo Varsity Blues, un caso de sobornos en admisiones universitarias que captó la atención nacional en 2019. Nombres como Lori Loughlin y Felicity Huffman resonaron en los medios, pero la historia de Wilson es diferente.
Acusado de fraude, conspiración y soborno, Wilson, ex ejecutivo de Staples y Gap, afirma su inocencia rotundamente. “Dijeron: ‘Te arrestaron junto con otras 50 personas y está relacionado con hacer trampa en exámenes, sobornar a entrenadores y falsificar perfiles’”, recuerda Wilson, “Le dije: ‘¿Qué? Yo no hice nada de eso’”.
Su historia gira alrededor de una donación de $100,000 a la USC a través de Rick Singer, un asesor universitario que luego resultó ser el cerebro del esquema. Wilson asegura haber consultado previamente con el director atlético asistente de la USC, quien le confirmó que este tipo de donaciones a través de la organización benéfica de Singer eran una práctica común. “Verificó que estaba bien hacer donaciones a través de la organización de Singer”, recuerda Wilson. “Se había hecho muchas veces en el pasado y era una práctica común en la USC”. Incluso recibió una carta de agradecimiento de la universidad. Su hijo, Johnny, un destacado jugador de waterpolo, fue admitido en la USC en 2014.
El giro inesperado llegó con la condena inicial de Wilson. Sin embargo, después de un largo proceso legal y con la ayuda de su abogado, William Tanenbaum, las principales acusaciones fueron retiradas en 2023 por la imposibilidad del gobierno de probar una "conspiración general". La experiencia le costó los ahorros de toda su vida en honorarios legales.
Ahora, Wilson demanda tanto a la USC por su presunto rol en su condena injusta, como a Netflix por difamación debido a la representación que se hizo de él y su hijo en el documental “Operation Varsity Blues”. “Nos difamaron a mí y a mi hijo mediante insinuaciones y fue devastador porque el amplio alcance que tenía Netflix era asombroso”, afirma. La demanda contra Netflix está en la fase de descubrimiento, habiendo superado una moción de desestimación por parte de la empresa.
La USC por su parte, niega las acusaciones y afirma haber realizado cambios significativos en sus procesos de admisión. Netflix, mientras tanto, se mantiene en silencio. La historia de John Wilson permanece como un crudo ejemplo de las consecuencias que pueden derivarse de un escándalo de grandes proporciones, y de la lucha por limpiar un nombre injustamente manchado.