El Papa Francisco se estabiliza y ya no necesita ventilación mecánica tras crisis respiratorias

El Vaticano ha confirmado que el Papa Francisco, de 88 años, ha experimentado dos episodios respiratorios críticos el lunes. Estos incidentes, que ocurrieron después de una tos y la ingestión involuntaria de vómito el viernes, obligaron a los médicos a realizar dos broncoscopias. Según los informes, durante estos procedimientos se extrajo una “cantidad copiosa” de moco de sus pulmones. Este dato es crucial, ya que revela la gravedad de la situación.
Tras las intervenciones, la situación del Sumo Pontífice se ha estabilizado. Afortunadamente, ya no requiere ventilación mecánica invasiva, usando ahora tan solo un tubo nasal para recibir oxígeno suplementario. El Papa permanece alerta y orientado, cooperando con el equipo médico, que continúa con un monitoreo constante.
La información del Vaticano destaca que el Papa pasó la noche completa durmiendo, un hecho positivo que indica un progreso. Sin embargo, el pronóstico se mantiene reservado, pues se recalca que aún no está fuera de peligro. La larga hospitalización, la más prolongada en sus 12 años de papado, evidencia la complejidad del cuadro médico.
El Dr. John Coleman, experto en cuidados pulmonares críticos de Northwestern Medicine en Chicago, aclaró la importancia de las broncoscopias: “El hecho de que tuvieran que entrar y removerlo manualmente es preocupante, porque significa que no está limpiando las secreciones por sí mismo.” Su análisis pone de manifiesto la dificultad que el Papa enfrenta para expulsar las secreciones, posiblemente debido a su falta de tono muscular, agravada por su edad y condición física.
La situación ha obligado a cambios en la agenda papal. Se ha designado un cardenal para que le sustituya en la ceremonia del Miércoles de Ceniza, dando inicio a la Cuaresma, y el retiro espiritual del fin de semana se realizará sin su presencia física, aunque en “comunión espiritual”.
El tema del retiro, irónicamente, era “Esperanza en la vida eterna”, lo que añade una capa de simbolismo a la coyuntura. Por otro lado, la Iglesia Católica ha tenido que volver a examinar su postura sobre la atención médica al final de la vida, pues la situación del Papa ha puesto en el centro del debate las consideraciones éticas ante casos tan delicados.