Papa Francisco ora en la capilla del hospital Gemelli tras 22 días de hospitalización

El foco de atención se centra en el Hospital Gemelli, donde el Papa Francisco, de 88 años, permanece ingresado desde hace 22 días. Su situación, según fuentes de la Santa Sede, se describe como "estable dentro de la complejidad", una frase que, aunque técnica, deja entrever la delicadeza de su estado de salud. Su diagnóstico inicial: neumonía bilateral y problemas respiratorios, complicaciones agravadas por la extirpación de parte de un pulmón en su juventud.
A diferencia de los boletines médicos diarios, el silencio informativo se rompió parcialmente el jueves por la noche, con un conmovedor mensaje de voz del Pontífice, en español, que compartió desde su habitación en la décima planta del hospital. "Agradezco de todo corazón las oraciones que hacen por mi salud desde la Plaza, los acompaño desde acá. Que Dios los bendiga y que la Virgen los cuide. Gracias", susurró con una voz cargada de cansancio, pero con la firmeza espiritual que lo caracteriza.
Este viernes, la jornada transcurrió en un ambiente de recogimiento. El Papa dedicó tiempo al reposo, y a pesar de su estado, encontró fuerzas para rezar durante unos veinte minutos en la capilla del hospital, acompañado por el personal médico. Además, se le vio realizando algunas tareas de despacho, limitadas principalmente a la firma de documentos. La terapia continúa, con un tratamiento que alterna el oxígeno a altos flujos con ventilación mecánica no invasiva mediante máscara.
Mientras tanto, la feligresía mundial sigue con la mirada puesta en Roma. La Plaza de San Pedro ha sido un epicentro de oraciones y peticiones por la salud del Papa. Las oraciones nocturnas, presididas por diferentes figuras eclesiásticas, son una muestra tangible de la unidad y la esperanza que rodean al Sumo Pontífice en estos momentos cruciales. El Cardenal surcoreano Lazzaro You Heung-six, prefecto del Dicasterio para el Clero, presidió el rosario de este viernes. Un nuevo parte médico se espera para el sábado, aguardado con una mezcla de ansiedad y plegarias por su pronta recuperación.