Muerte niño: 4 acusados tras explosión en cámara hiperbárica

El 31 de enero, en el Centro Oxford de Troy, Thomas Cooper perdió la vida en una explosión dentro de una cámara hiperbárica. Su madre, quien se encontraba presente, sufrió heridas en el incidente. La fiscal general de Michigan, Dana Nessel, ofreció una conferencia de prensa donde anunció las imputaciones.
Cuatro personas enfrentan cargos relacionados con la muerte del pequeño Thomas: Tamela Peterson, fundadora y directora ejecutiva del centro, está acusada de asesinato en segundo grado. El director de la instalación, Gary Marken, y el director de seguridad, Gary Mosteller, enfrentan cargos de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario. Finalmente, Aleta Moffitt, operadora de la cámara en el momento del incidente, es acusada de homicidio involuntario y de manipulación de información médica.
Según la fiscal Nessel, "Una sola chispa parece haber provocado un incendio total que en cuestión de segundos le costó la vida a Thomas". La investigación revela una serie de presuntas negligencias: falta de mantenimiento preventivo en la cámara, ausencia de personal médico y de seguridad durante el procedimiento, y la omisión de la correa de conexión a tierra, esencial para la seguridad del paciente. Además, se señala que el tratamiento que recibía el niño para la apnea del sueño y el TDAH "no tiene respaldo médico y no estaba cubierto por seguros", según Nessel. La fiscal calificó la muerte como "una tragedia fácilmente evitable".
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) ha aprobado el uso de cámaras hiperbáricas para 13 padecimientos específicos, pero no para las condiciones que Thomas estaba siendo tratado. El Centro Oxford, aparentemente, ofrecía tratamientos no acreditados, generando sospechas sobre sus prácticas.
Las reacciones no se han hecho esperar. Raymond Cassar, abogado de Gary Marken, declaró que el cargo de asesinato en segundo grado es "un shock total" y que se presume la inocencia de su cliente, calificando el evento como "un accidente trágico". Por su parte, el Centro Oxford, en un comunicado, expresó su decepción por los cargos presentados y señaló que aún hay preguntas sin respuesta sobre el desarrollo de los hechos. La familia de Thomas Cooper contrató a la firma legal Fieger Law para iniciar una demanda civil.
La investigación continúa, buscando esclarecer completamente las circunstancias que rodearon esta trágica pérdida y determinar las responsabilidades correspondientes.