Red de tráfico humano desmantelada en California: migrantes chinos pagaron $50,000 para cruzar

Oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) realizaron un registro sorpresa, apoyados por un canino especializado. La atención se centró en una camioneta Ford negra con placas de California. La reacción del perro alertó a los agentes, quienes solicitaron la intervención del equipo de Control de Contrabando Antiterrorista.
El hallazgo fue impactante: ocho personas escondidas bajo una cubierta en la caja de la camioneta. Entre ellas, tres ciudadanos chinos que revelaron un detalle crucial: habían pagado decenas de miles de dólares a traficantes para cruzar la frontera.
Uno de los chinos, Ranbin Lin, declaró haber entregado $50,000 como anticipo para llegar a Estados Unidos, con la promesa de pagar otros $24,000 una vez reunido con su ex esposa en Nueva York. Otro, identificado como Lin Lin, pagó $35,000 para llegar a Arkansas donde tenía un trabajo asegurado. Mientras que Jungie Lang, el tercer ciudadano chino, explicó que su esposa gestionó el traslado con los traficantes para que pudiera llegar a Los Ángeles.
El caso también involucró a un ciudadano mexicano, Luis Alberto García Capistrán, el conductor de la camioneta, quien poseía una visa estadounidense. García recogió a algunos de los migrantes en un hotel de Tijuana y ahora enfrenta cargos federales por ayudar e incitar a la entrada ilegal de inmigrantes con fines de lucro. Se espera que comparezca ante el juez Steve B. Chu el 13 de marzo.
"He estado haciendo esto mucho tiempo, y nunca había visto precios tan altos para cruzar la frontera", comentó el abogado defensor Marc Carlos a NBC San Diego, al destacar que el costo promedio para cruzar a migrantes chinos se ha disparado a entre $40,000 y $60,000, mientras que para los latinos oscila entre $6,000 y $10,000. Las autoridades atribuyen este incremento a la alta rentabilidad del tráfico de migrantes chinos y a penas menos severas para este tipo de delito en comparación con el narcotráfico.
Un funcionario de la Fiscalía de Estados Unidos, Mark Conover, advirtió sobre la recurrencia de estas prácticas peligrosas: "Estamos viendo numerosos ciudadanos chinos que son ingresados ilegalmente a los Estados Unidos de maneras peligrosas, tanto en vehículos en los puertos de entrada como en el océano en botes y motos acuáticas".
El caso deja al descubierto una compleja realidad en la frontera, donde la búsqueda de una vida mejor se entrelaza con riesgos que ponen en peligro la vida misma.