Volcán de Fuego en Guatemala: 30,000 personas en riesgo

No es la típica ajetreada cotidianidad de una ciudad vibrante, sino una expectativa contenida, una atmósfera cargada de esa energía particular que precede a lo imprevisto.
El foco de atención, a kilómetros de distancia, pero presente en cada conversación: el Volcán de Fuego. Este gigante de 3,700 metros, vecino silencioso pero amenazante, ha despertado. La Coordinación Nacional para la Reducción de Desastres de Guatemala (CONRED) reportó el inicio de la actividad el domingo a las 9:00 p.m., describiéndola en un comunicado como un "incremento considerable en la actividad efusiva... con una fuente de lava a 300 metros de altura sobre el cráter."
Las cifras no dejan lugar a dudas sobre la magnitud del evento: alrededor de 30,000 personas se encuentran en riesgo, según la secretaria de CONRED, Claudinne Ugalde, información difundida por Associated Press. La ceniza, según mediciones preliminares, se dispersa a una altura máxima de 7,000 metros y alcanza hasta 50 kilómetros de distancia, principalmente en dirección noroeste, oeste y suroeste. Aunque Antigua Guatemala y Ciudad de Guatemala no han sido objeto de órdenes de evacuación, se han habilitado refugios y varias comunidades aledañas están siendo evacuadas.
A pesar del aumento en la actividad volcánica, las autoridades califican el flujo de material como "débil y moderado". Esta descripción, aunque ofrece un respiro momentáneo, contrasta con la memoria colectiva de erupciones anteriores, como la trágica de 2018 que dejó un saldo desolador de 194 muertos y 234 desaparecidos. El recuerdo de esa devastación permanece como un recordatorio sombrío de la fuerza indómita de la naturaleza.
La situación se mantiene en monitoreo constante. Se espera un incremento en la actividad volcánica, según los reportes oficiales, pero la información se actualiza minuto a minuto, dejando a la población con una mezcla de incertidumbre y esperanza. La vida en la región respira al ritmo del volcán, un gigante que, en su despertar, impone un respetuoso silencio y una necesaria cautela.