El sarampión regresa a Europa y Asia Central con el mayor aumento desde 1997

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF publicaron un informe que sacude las bases de la salud pública en Europa y Asia Central. Se registraron 127,350 casos de sarampión en 2024, una cifra que duplica los casos del año anterior y representa el nivel más alto desde 1997. "El sarampión ha regresado, y es una llamada de atención," afirmó el Dr. Han Kluge, director de la OMS para Europa.
Rumania lidera la lista con más de 30,000 infecciones, seguida de Kazajistán con 28,147 casos. Un dato preocupante es que aproximadamente el 40% de los infectados son niños menores de 5 años, y más de la mitad de los enfermos requirieron hospitalización. Este resurgimiento, altamente contagioso, se debe principalmente a la transmisión aérea del virus.
La buena noticia es que dos dosis de la vacuna contra el sarampión tienen una efectividad del 97%. Sin embargo, la realidad es más compleja. La OMS y UNICEF destacan que en países como Bosnia y Herzegovina y Montenegro, la vacunación infantil contra el sarampión en los últimos cinco años ha sido inferior al 70% y al 50%, respectivamente. Se necesita una cobertura de vacunación superior al 95% para prevenir brotes.
El aumento de casos en 2023 y 2024 se atribuye, en parte, a la disminución de la cobertura de inmunización durante la pandemia de COVID-19. Las tasas de vacunación en muchos países aún no han recuperado los niveles previos a la pandemia. Además, persiste la desinformación sobre la seguridad de la vacuna, derivada de estudios desacreditados que vinculaban erróneamente la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola) con el autismo.
Este preocupante panorama nos recuerda la importancia de la vacunación y la lucha contra la desinformación. El sarampión, una enfermedad prevenible, está de regreso y exige una respuesta contundente. El informe de la ONU revela la necesidad urgente de reforzar los programas de vacunación en la región, y la implementación de estrategias de comunicación efectivas para contrarrestar las falsas creencias sobre la seguridad de las vacunas.