Trump amenaza con aranceles del 200% al alcohol de la UE

En medio de este escenario, la relación comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea ha tomado un giro inesperado. El foco de atención se centra en el sector de las bebidas alcohólicas, específicamente en el whisky estadounidense y los vinos europeos.
El presidente Donald Trump, a través de su plataforma Truth Social, declaró que la UE ha impuesto un arancel del 50% al whisky estadounidense. Esta medida, según Trump, es un acto de agresión comercial injustificado. Como respuesta, amenazó con imponer aranceles del 200% a todos los vinos, champán y demás bebidas alcohólicas procedentes de la UE. Esta decisión ha generado una ola de reacciones a nivel internacional.
Esta escalada arancelaria no es un hecho aislado. Se enmarca dentro de una estrategia comercial más amplia impulsada por la administración Trump, caracterizada por la imposición de aranceles a diversos productos importados. "Estados Unidos no tiene libre comercio. Tenemos un 'comercio estúpido'. ¡El mundo entero nos está estafando!", escribió Trump en un nuevo mensaje.
El impacto potencial de estas medidas es significativo. Estados Unidos es el mayor mercado importador mundial de vino y champán, con ventas anuales que superan los $6,600 millones. Por otro lado, las exportaciones estadounidenses de vino y champán son mucho menores. Los analistas advierten que el peso de estos aranceles recaería, principalmente, sobre los consumidores estadounidenses, quienes enfrentan el aumento en los precios de productos importados.
Ante esta situación, el Consejo de Bebidas Espirituosas Destiladas de Estados Unidos ha emitido un comunicado instando al presidente a alcanzar un acuerdo con la UE para evitar mayores tensiones comerciales. "Queremos brindis, no aranceles", declaró su presidente y director ejecutivo, Chris Swonger.
Por su parte, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, defendió la postura de Trump en una entrevista con Bloomberg Television. Argumentó que la administración busca "equilibrar" las relaciones comerciales con la UE, reclamando un trato más justo para los productos estadounidenses. "El presidente estaba totalmente molesto con lo que hicieron los europeos", afirmó Lutnick.
Las repercusiones en los mercados financieros han sido inmediatas. Los índices bursátiles han experimentado caídas, reflejando la incertidumbre generada por esta nueva escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea. El futuro de estas negociaciones y el impacto final en la economía global permanecen inciertos.